Entrevistamos en FM Ártika, a Eduardo Pocai, fotógrafo y titular del Comercio del Rubro Histórico de Ushuaia.
Eduardo Pocai es parte de la historia de Tierra del Fuego. Con 50 años en la isla, desde su Comercio Histórico de Fotografía en la calle San Martín (que en 2025, cumple 45 años de su apertura), es además, relator de nuestra vida como comunidad. Su talento profesional lo ha llevado a registrar escenarios y momentos únicos en todos estos años.
Hoy fue convocado por FM Ártika, por una situación preocupante, como es el estado del puente sobre la Ruta 3, el sector denominado Paso Garibaldi. Su deterioro creciente y la inacción de quien tiene la responsabilidad de mantenerlo genera preocupación y la vez indignación. Nuestro invitado nos contó cuál es el estado de este lugar que pareciera tener un “plazo fijo” a un final previsible.
“Había hecho varias veces este paso por el Puente y cada vez que lo hago lo registro para ver el proceso que va sufriendo sin que nadie haga algo. Hace cuatro años, y lo publiqué en mi Facebook, se veían las vigas y las columnas en un proceso de deterioro, pero enteras. Ahora ya se ven en esas vigas los hierros oxidados, además de un terreno que cedió y muestra que todo pende de un hilo para un desmoronamiento. La ruta está hundida en ese sector y se nota que va cediendo poco a poco, si no se hace alguna acción pronto, lo que suceda será muy peligroso”, advirtió Pocai en charla con FM Ártika.
Las fotografías que se pueden ver en su cuenta de Facebook (https://facebook.com/eduardo.pocai) son muy elocuentes, pero más concreta es su opinión sobre quienes son los responsables de no resolver algo que lleva tiempo en estado de decadencia.
“Vivimos atados con alambre. Es una cuestión vieja. Es vergonzoso. El único que me tomó en cuenta hace unos años cuando presenté las anteriores fotografías, fue el querido y ahora fallecido Roberto “Tito” Stefani, quien intentó hacer algo y nadie le dio bolilla. Claramente es un tema de Vialidad Nacional, pero el gobierno provincial tiene que hacer el reclamo. No puede mirar al costado. Si eso llega a colapsar quedamos incomunicados por tierra, y no olvidemos que por ahí pasan los camiones que traen todos los víveres a la provincia.”
Luego detalló el fotógrafo la falta de señalización en la zona sobre los factores de derrumbes. Y que si no sucede hasta ahora una tragedia “es porque alguien superior nos protege”: “El Paso Garibaldi debería tener elementos que ayuden a sostener todo lo que cae sobre la ruta. Puede suceder que una pequeña piedra, de cinco centímetros caiga y de un golpe en el techo o el capot del auto. Ese fuerte ruido puede asustar al conductor, hacerlo descontrolar en el manejo e irse a la banquina que es directamente el precipicio. Es inaudito: ni siquiera está señalizado ni como zona de derrumbe. Tenemos que tomar cartas urgentes en el asunto y las autoridades no pueden distraerse más”, concluyó Pocai.
“El camino tambien puede desmoronarse sin que pase ningún vehículo. Hay que estar más atentos. Da mucha tristeza el abandono, porque es el abandono de la política en general”
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