El día de hoy entrevistamos en FM Ártika a Rosa Moya. Rosa es una vecina de Ushuaia muy conocida. Trabajó muchos años en la municipalidad y fue la primer mujer maquinista en nuestra ciudad.
Tristemente, el tema que la convoca este día se relaciona con uno de los agentes condenados por la muerte de su hijo José Castro Moya el 16 de febrero de 2009. José falleció en Río Grande tras permanecer 20 días en estado de coma, producto de las graves lesiones que presentaba luego de caer de la cabriada (del techo) en la Unidad Penitenciaria de esa ciudad fueguina.
En un video, que aún recorre las redes sociales, pueden escucharse claramente los díalogos mantenidos entre el Comisario Velez y José Castro Moya, donde el recluso expresaba pormenores de su reclusión, ya que era víctima de palizas, encierros en el freezer, rociadas con gas pimienta, vejaciones y apremios constantes.
A principios de 2009, Rosa Moya había denunciado ante la Justicia que su hijo sufría apremios ilegales en la Unidad de Detención Nº 1 de Río Grande donde le habían propinado una golpiza, pero el planteo fue desoído.
Luego del fallecimiento de José se realizaron varias investigaciones que, sumadas a la denuncia realizada por Rosa, culminaron con tres agentes penitenciarios condenados a nueve años de prisión: César González, José Franco y Rubén Darío.
Hoy Rosa Moya nos comenta: “Al menos tuve la posibilidad de decir que bueno, se hizo justicia de una manera u otra, que quedaron dos policías fuera. ¿Dónde está trabajando ese policía? En Gobierno!. La mujer que tiene hoy también trabaja en Gobierno y se postuló como Concejal. Yo me quejé con Mellella, me quejé con otras personas, que no las puedo nombrar… Bueno, hicieron caso omiso”.
Mirá qué clase de gente tiene Melella.
Cuando le preguntamos sobre su hijo, de permanecer más de 15 horas reclamando sobre lo que consideraba debía reclamar, Rosa se expresó sin vacilar: “Yo tambien soy brava, mi hija tambien es brava, pero no molestamos a nadie. ¿Qué, somos bravos porque defendemos la justicia, porque defendemos las cosas justas, por eso nos llaman bravos, porque decimos lo que pensamos, porque defendemos a aquellos que no tienen voz ni voto, por eso somos bravos?
Le quemaron la piel con un cigarrillo. Otro dia lo bañaron con agua congelada y lo pusieron en una celda y le abrieron la ventana.
Rosa con total indignación expresa la falta de acercamiento de ciertos medios de comunicación locales: “Nunca fueron capaces de acercarse a preguntarme: Rosa, ¿qué pasó?. Porque no es que no me conocen Luisito, me conocen. Toda la verdad. Es tiempo que yo salga a decir la verdad porque yo no tengo miedo. Ya tengo 70 años, ¿cuánto más puedo vivir?. Pero quiero que sepan: No la pasan bien los presos“. A lo que agrega con total convicción: “Creo que el tipo que está preso si o si tiene sus derechos. Si está preso, está preso porque cometió un delito, cualquiera sea el delito, pero no tenés derecho de golpearlo, lastimarlo o pegarle“.
Hubo fotografías que fueron enviadas por bajo de la mesa y yo las lleva al Juzgado y hacía denuncia penales
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