El mallorquín anunció que no estaría en el Foro itálico y abrió el interrogante sobre su presencia en París. Una baja lo dejaría por primera vez afuera del top 100 desde el año 2003.
El Masters 1000 de Roma se pondrá en marcha este miércoles, con la lucha entre Carlos Alcaraz y Novak Djokovic por el número uno como máxima atracción y con un ausente de peso, Rafael Nadal. El mallorquín, inactivo desde enero (sufrió una rotura de grado 2 en el psoas ilíaco de la pierna izquierda en el Australian Open), anunció que no jugaría en el Foro Itálico porque todavía no estaba cien por ciento listo para competir en el más alto nivel. Y abrió un enorme interrogante sobre su participación en Roland Garros.
El 14° del ranking y ganador de 22 “grandes” aseguró que había notado “una mejoría”, pero que llevaba muchos meses sin entrenar con intensidad y que “el proceso de readaptación tiene sus tiempos”. Tiempos que, quizás, no sean compatibles con sus intenciones de disputar el Grand Slam francés, que arrancará en apenas veinte días.
¿Irá Rafa a París? En España, muchos dan por seguro sí. Ese certamen es su principal objetivo de cada temporada y el mallorquín no se perdió ninguna edición desde su debut en 2005. Incluso cuando los problemas físicos lo complicaron en los meses previos a esa cita, siempre encontró la manera de jugarla. Por lo que significa ese torneo para su carrera, hará hasta lo imposible para estar. Más considerando que una baja lo haría salir del top 100 por primera vez desde abril de 2003.
Aunque esta vez, las ganas podrían no alcanzarle. El mallorquín volvió a entrenar sobre polvo de ladrillo a mediados de marzo, con la intención de regresar en el comienzo de la gira de canchas lentas de Europa. Pero no pudo jugar Montecarlo, Barcelona ni Madrid y tampoco jugará Roma.
“En principio tenían que ser de seis a ocho semanas de recuperación y ya vamos por la catorce. La situación no es la que esperábamos”, contó al anunciar su ausencia en la Caja Mágica. Para saber qué pasará con Roland Garros, solo queda esperar.
Asumiendo que, finalmente, diga presente en París, surgen otras preguntas más difíciles de responder: ¿Cómo llegará? ¿Podrá jugar su mejor tenis? ¿Estará en condiciones de pelear por el trofeo?
Hay quienes afirman que Nadal es siempre favorito en el Grand Slam francés. Es favorito si llega pleno física y tenísticamente, si llega tocado y también si llega sin ritmo de competencia. Su increíble récord en el certamen -14 títulos, 112 victorias y apenas tres caídas, en una trayectoria marcada por muchas lesiones- respalda esa afirmación.
En 2022, sin ir más lejos, conquistó el título derrotando en cuartos a Djokovic, número uno del mundo, y en la final a Casper Ruud. En semis se benefició del retiro de Alexander Zverev por lesión. Tras su consagración, contó que había competido desde la tercera ronda con el pie izquierdo “absolutamente dormido”, por el dolor que le causaba la lesión crónica que sufre desde 2005.
El año pasado, igual, había jugado más en el primer semestre. Después de Australia, ganó Acapulco, fue finalista en Indian Wells y disputó Madrid (cuartos) y Roma (octavos). En este 2023, su última aparición fue el 18 de enero, cuando cayó ante Mackenzie MacDonald en la segunda ronda en Melbourne. Cuando comience el main draw de Roland Garros, el 28 de mayo, habrán pasado 130 días sin partidos para el mallorquín. Igual, en su entorno, esa inactividad no preocupa demasiado.
“Con Nadal siempre podés esperar que saque un conejo de la galera. Ha sido siempre una leyenda urbana que necesita muchos partidos para estar preparado, pero cuando ha vuelto de lesión siempre ha conseguido buenos resultados”, aseguró su entrenador Carlos Moyá.
La lógica parece no regir si se habla de Nadal en París. Es una opinión popular que en Bois de Boulogne, un Rafa al 50 por ciento es más que las mejores versiones de muchos de sus rivales. Pero este año, tendrá un par de adversarios que podrían desafiar ese dictamen.
Su principal amenaza será Alcaraz. El murciano viene en racha, con cuatro títulos y cinco finales en seis torneos disputados este año y, a sus 20 años, fuerte física y mentalmente. Su reciente consagración en Madrid confirmó que es candidato en todos los torneos que juega. Incluso, en un Roland Garros con su compatriota en el cuadro.
Otro con chances de amargar a Nadal es Djokovic, responsable de dos de las tres derrotas que sufrió el español en París (cuartos de 2015 y semis de 2021). En la gira de polvo de ladrillo, el serbio, campeón en Australia, cayó en octavos en Montecarlo y en cuartos en Banja Luka. Y no jugó en la Caja Mágica por molestias en su codo derecho. Habrá que ver qué hace en Roma, donde defenderá el trofeo y el número uno.
¿Hay otro jugador en condiciones de hacerle frente al español en el “grande” francés? Cuesta armar una lista. Quizás Ruud, el griego Stefanos Tsitsipas o el italiano Jannik Sinner, si están en un gran día.
Al fin de cuentas, siempre todo depende de Nadal. Y antes de comenzar a especular si podría o no levantar el trofeo por 15ª vez, habrá que esperar a que él responda esa pregunta que sigue hoy dando vueltas en el aire. ¿Irá Rafa a París?