Se trata de la inspección de las mamas que cada mujer debe hacer por su cuenta una vez al mes. Qué es esperable encontrar y cuándo hay que preocuparse
El autoexamen mamario es una práctica de autoinspección que pueden realizar las mujeres, en cualquier lugar, para conocer el estado de sus mamas. Debe realizarse todos los meses, de siete a diez días después de menstruar.
Y en el caso de las mujeres que ya no menstrúan, los especialistas recomiendan elegir un día fijo del mes para incorporarlo a la rutina.
En coincidencia con el Día Mundial de Lucha contra el Cáncer de Mama, desde el Hospital de Clínicas de Buenos Aires destacaron que si bien el autoexamen es recomendado para detectar alteraciones en las mamas, los especialistas hablan de un periodo ventana de nueve años desde el momento de una mutación a nivel celular hasta que se hace una tumoración clínicamente palpable.
En sus primeras etapas, el índice de recuperación de la enfermedad es del 97%, por lo que el diagnóstico precoz aumenta mucho las posibilidades de curarlo.
En la misma línea, en su página web, la Clínica Mayo destaca que “la mayoría de las organizaciones médicas no recomienda considerar los autoexámenes mamarios de rutina como parte del examen para detección del cáncer de mama. Esto se debe a que estos procedimientos no demostraron ser eficaces para la detección del cáncer de mama ni para mejorar la supervivencia de las mujeres que tienen cáncer de mama”.
“El cáncer de mama es el cáncer más frecuente en nuestro país, con 21.000 casos nuevos por año, y la primera causa de muerte por cáncer en la mujer con 6.400 muertes por año. El riesgo de padecer cáncer de mama de una mujer a lo largo de su vida es de 13%”, resaltó el médico mastólogo de la División Cirugía Oncológica del Hospital de Clínicas, Sebastián Alba Posse, sobre la estadística que señala que una de cada ocho mujeres desarrollará la enfermedad a lo largo de su vida. “La mayoría de estos casos son de origen esporádicos y un porcentaje mucho menor tiene antecedentes heredofamiliares o genéticos que lo puedan predisponer a la enfermedad, es importante controlarse en ambos casos”, agregó.
Los signos de advertencia del cáncer de mama pueden ser distintos, variar en cada persona y hasta en algunos casos no presentar signos. Las señales de advertencia más comunes del cáncer de mama suelen estar relacionadas a un bulto nuevo en la mama o la axila (debajo del brazo), el aumento del grosor o inflamación de la mama, irritación, retracción o hundimientos en la piel de la misma, el enrojecimiento o descamación en la zona del pezón y cualquier tipo de dolor en la parte de la mama.
“Es muy importante que la mujer aprenda a conocer sus mamas, como lo es estar atentas a la aparición de nódulos, derrames de sangre por pezón, retracción de la piel o cualquier otro signo fuera de lo común -sostuviAlba Posse-. Pero no es el autoexamen mamario el diagnóstico precoz por excelencia. Las lesiones palpables suelen tener al menos un centímetro de diámetro, el beneficio de los estudios de screening o tamizaje como la mamografía es detectar estos tumores en etapa subclínica, siendo la posibilidad de curación más alta. En caso de aparición inesperada de un nódulo palpable, es importante no perder la calma y recurrir al profesional para su estudio y control”.
Así las cosas, y a pesar de que la técnica del autoexamen mamario no siempre es una manera fiable de detectar el cáncer de mama, una cantidad importante de mujeres informa que el primer signo de cáncer de mama fue un nuevo bulto en la mama que descubrieron ellas mismas. Por este motivo, los médicos recomiendan familiarizarse con el estado normal de las mamas.
El paso a paso del autoexamen mamario
1- Sentarse o pararse sin ropa ni sostén frente a un espejo, con los brazos a los costados.
2- Mirar al frente y observar la presencia de arrugas, hoyuelos o alteraciones en el tamaño, la forma o la simetría de las mamas.
3- Verifica si los pezones están hundidos (invertidos).
4- Hacer presión en la cintura con las manos y observar si hay retracciones. Chequear también que los pechos no presenten cambios en la piel, ni en el pezón.
5- Inspeccionar las mamas con los brazos levantados sobre la cabeza y las palmas de las manos haciendo presión una sobre otra.
6- Levantar las mamas para observar si los pliegues de la base son simétricos. Luego de esa primera etapa de examen visual, la mujer deberá usar las manos para examinar sus mamas.
Las formas frecuentes para hacer la parte manual del examen de mamas consisten en lo siguiente:
7- Recostada. Elegir una cama u otra superficie plana para recostarse boca arriba. Al recostarse, el tejido mamario se desparrama y se vuelve más delgado y fácil de palpar.
8- En la ducha. Enjabonarse los dedos y las mamas para que los dedos se deslicen más suavemente sobre la piel.
9- Examinarlas en forma circular desde la axila hasta el pezón, sin levantar los dedos. Palpar la mama, axila y pezón, con movimientos circulares, buscando masas que no sean normales.
10- Comprimir el pezón con los dedos índice y pulgar para confirmar que no haya secreción.
Qué es esperable encontrar y qué no
“Muchas mujeres se detectan bultos o cambios en las mamas, dado que algunos de estos síntomas son cambios normales que se producen en varios puntos de los ciclos menstruales -resumieron desde la Clínica Mayo-. Detectar un cambio o un bulto en la mama no es una razón para entrar en pánico. Las mamas a menudo se sienten diferentes en distintos lugares. Por ejemplo, es normal que aparezca una rugosidad firme a lo largo de la parte inferior de cada mama. El aspecto y la sensación al tacto de las mamas cambiarán a medida que la mujer envejece”.
En este sentido, los especialistas recomendaron programar una consulta médica si en el autoexamen se nota lo siguiente:
– Un bulto o nódulo duro cerca de la axila
– Cambios en la forma en que se ven o se sienten las mamas, incluidos un engrosamiento o una pesadez notable, diferentes al tejido circundante
– Hoyuelos, arrugas, protuberancias o crestas en la piel de la mama
– Un cambio reciente en el pezón: se retrae (invierte) en lugar de sobresalir
– Enrojecimiento, sensación de calor, hinchazón o dolor
– Picazón, escamas, llagas o erupciones
– Secreción sanguinolenta del pezón
“En caso de detectar algunos de estos signos, es importante no demorar la consulta médica más de uno o dos meses, aunque la persona no sienta ningún dolor, a fin de advertir anomalías en el tejido mamario de forma temprana”, aconsejaron.
Además del autoexamen, es fundamental realizar todos los años un examen clínico, que se recomienda a partir de los 20 años, y a partir de los 50 años o antes, la realización periódica de mamografías. Es importante consultar con/a médico/a especialista, quien evaluará la frecuencia y tipos de examen según la paciente, sus antecedentes y factores de riesgo.