Si bien afirman que aún no es una magnitud preocupante, en la city observan con atención la salida de depósitos en dólares. ¿A dónde van? ¿Por qué es una variable clave para el Gobierno?
Así, en las 27 ruedas que hubo del 1° de noviembre a esta parte solo hubo tres en la que no cayó el stock de depósitos en moneda extranjera. El acumulado da una baja de u$s2.852 millones. Si bien la tendencia la salida por goteo no se detiene, lo cierto es que el monto equivale al 13,8% del efectivo ingresado al blanqueo. Es decir que, por el momento, más del 86% permanece en el sistema. De todas maneras, los analistas consideran que será clave para el plan del Gobierno que el drenaje no se acelere.
La consultora 1816 señaló que, en un contexto en el que el BCRA acumula compras por más de u$s1.150 millones en lo que va de diciembre, “una dinámica menos alentadora, aunque todavía lejos de ser preocupante, es la de los depósitos privados en dólares”. El economista Amílcar Collante, en tanto, calculó que entre noviembre y las primeras ocho ruedas de diciembre se retiró prácticamente todo el incremento del stock registrado en octubre.
¿A dónde van los dólares blanqueados?
Algunos operadores señalan que parte de esos retiros terminan en algún tipo de inversión, como la inmobiliaria. Aunque no parece ser el factor principal.
En diálogo con Ámbito, el analista financiero Christian Buteler sostuvo: “Creo que (el dinero retirado) vuelve a estar fuera del sistema como antes, en cajas de seguridad, colchones, etcétera. Aprovecharon que se podía blanquear prácticamente de forma gratuita, pero todavía no todos tienen confianza en el sistema, como para dejar los dólares”.
“Igualmente, fue un éxito el blanqueo: por lo menos hasta ahora, ha quedado en el sistema mucho más de lo que todos imaginábamos que podía quedar a priori; se blanqueó más de lo esperado y quedó un porcentaje importante”, planteó Buteler.
Hacia delante, será clave que esta tendencia no se acelere. El equipo económico apuesta a extender el ciclo de “carry trade” que incrementa la oferta de divisas y le permite al BCRA comprar divisas. Para eso, necesita dar credibilidad a la idea de que la tablita cambiaria se moverá a la baja (del 2% al 1% mensual) y que la brecha seguirá acotada, mantener una tasa de interés en pesos que le gane al “crawling peg” y también sostener un abultado stock de depósitos en moneda extranjera que alimente el crédito en dólares.