Los arrestos se produjeron en las últimas horas tras una investigación del fiscal Adrián Arribas. La oficial está acusada de encubrir a uno de los sospechosos, que sería su pareja. Queda un prófugo por encontrar
Eliana Vanesa Gómez, licenciada en enfermería y trabajadora del Hospital Churruca, fue asesinada el sábado último frente a su casa en la esquina de Olivieri y Luis Vernet, en el límite de Rafael Castillo y Gregorio de Laferrere, partido de La Matanza, por dos delincuentes que le robaron el auto. El auto de Gómez, un Fiat Argo rojo, se encontró abandonado poco después del hecho en la esquina de Alvear y Larsen, en el barrio San Carlos.
El principal detenido, acusado de participar en el crimen, fue identificado como Mauro Adrián Fruto, de 27 años, con domicilio en Laferrere. La segunda detenida es María Florencia Figueredo, sargento de la Policía Bonaerense.
Sin embargo, al momento de ser esposada en una casa de la calle Bedoya en Rafael Castillo, la mujer negó cualquier vínculo romántico con el acusado.
Por otra parte, fue Figueredo quien marcó el lugar en donde se escondía Fruto.
Así, el sospechoso fue detenido en la casa de una familiar suya en González Catán. Los allanamientos realizados por ambas fuerzas continuaban al cierre de esta nota. Fuentes del caso aseguran que queda un prófugo por encontrar, el segundo sospechoso de matar a Eliana Gómez de un tiro en la cabeza.
A comienzos de esta semana, Arribas decidió liberar a un hombre de 37 años apodado “Toscanito”, el primer detenido del caso, oriundo de Rafael Castillo. Este sospechoso había sido señalado por un testigo, la única prueba en su contra.
Sin embargo, lo que Arribas descubrió en el curso de su investigación llevó a exonerarlo:
“Declararon en la fiscalía todos los testigos presenciales del crimen de Eliana al ver su foto en los medios. Dijeron que no era ninguno de los dos de los delincuentes. Y el testigo que lo señaló se rectificó, dijo que vio a ‘Toscanito’ en la zona del crimen cerca de la hora del hecho, caminando sin remera, pero que no era el del video”, afirma un detective clave en la investigación.
El crimen de Gómez, asesinada de un tiro en la cabeza, fue filmado por una cámara de seguridad de la zona. Las imágenes, que se volvieron la prueba principal en el caso, muestran con nitidez la cara de los asesinos.
