Será este jueves a la mañana, con la integración de 20 miembros y la encabezará Horacio Rosatti. No habrá definiciones pero se pondrá en marcha la discusión por las presidencias de las comisiones y quién será el vicepresidente del organismo
“Empezamos de nuevo”. La frase de uno de los integrantes del Consejo de la Magistratura de la Nación resume la etapa en la que desde esta semana entra el organismo, ahora de 20 miembros y con Horacio Rosatti, titular de la Corte Suprema, al frente. El jueves a las 9 horas, a puertas cerradas, los consejeros se verán las caras por primera vez todos juntos en la comisión de labor, donde comenzarán a delinear el funcionamiento del cuerpo.
De ese encuentro no saldrán definiciones, coincidieron ante Infobae los consejeros consultados, pero será el puntapié inicial para la primera discusión a la que se enfrentarán el oficialismo y la oposición: cómo se integrarán las comisiones y quiénes serán sus presidentes. Y además, qué sector tendrá la vicepresidenta del Consejo para secundar a Rosatti.
Este nuevo Consejo tuvo una etapa de fuertes tensiones políticas. Cuando a mediados de abril el cuerpo debía comenzar a funcionar con sus 20 miembros -después del fallo de la Corte que declaró inconstitucional la integración de 13 consejeros- desde el kirchnerismo acusaron al Máximo Tribunal de dar un golpe de estado y de entrar al Consejo por la ventana. Y hubo marchas convocadas por partidos políticos del oficialismo, como La Cámpora, en las que se pidió la renuncia de los jueces de la Corte.
Para integrar el Consejo solo restaba que el Congreso designe a un diputado y un senador y se temía que no lo haga. Finalmente ocurrió pero los nombramientos del senador kirchnerista Martín Doñate y de la diputada de la UCR Roxana Reyes fueron objetadas política y judicialmente por la oposición y el oficialismo, respectivamente.
“Eso ya pasó”, coinciden ahora. Una muestra de eso ocurrió la semana pasada en la jura de Doñate y Reyes a la que asistió el bloque oficialista, lo que no había ocurrido en la primera jura de las nuevas abogadas, la jueza y la académica. Allí hubo una foto de de 17 de los 20 integrantes del Consejo -otros tres no asistieron por cuestiones de agenda- con los cuatro jueces de la Corte Suprema.
“Más allá de la pelea de la alta política entre nosotros siempre hubo diálogo y eso nunca se cortó”, coinciden en el oficialismo y la oposición. En el medio de la máxima tensión política y de las críticas, Rosatti, como nuevo presidente del Consejo, se reunió con cada uno de los integrantes del Consejo.
Todos coinciden que preguntó por varios temas de funcionamiento, por los concursos de jueces, por las miradas de cada uno. “Fue más lo que consultó que las pistas que dejó de lo que va a hacer”, confió un consejero. Pero todos coincidieron que Rosatti no se alineará con ningún sector, sino que será un puente entre ambos lados para lograr consensos.
En ese estado de situación, el jueves los 20 consejeros tendrán su primer encuentro. Será en la comisión de Labor, donde se definen los temas que el Consejo lleva a sus plenarios. Todavía no hay un plenario en vista. Por lo que en la reunión se delineará cómo comenzará a funcionar.
Es porque con la nueva integración rige la ley anterior del Consejo que tiene varias diferencias a la que estaba en vigencia. Por ejemplo, hay un reacomodamiento de las comisiones. Ahora son la comisión de Selección, de Disciplina, de Acusación y la Financiera. La de Reglamentación había sido creada por una norma especial que se debe decidir si se resucita.
En cada uno de esos lugares se debe elegir un presidente. Y ahí estará la primera disputa política entre el oficialismo y la oposición: la puja por ocupar esos asientos. También sobre cómo se integrarán, es decir qué consejeros van a cada una.
Otro punto saliente es quién será el vicepresidente de Rosatti. Ese cargo solía ser protocolar pero ahora cobra otra relevancia porque no solo significa secundar al titular del Consejo, sino también de la Corte. “Debe ser alguien con el que Rosatti se sienta cómodo”, coincidieron dos consejeros. “También alguien que no lo use para hacer campaña viajando por el país para juntar votos”, aclara otro, abriendo un posible foco de pelea.
Eso es porque a mediados de octubre se deben hacer las elecciones para renovar el Consejo. Los integrantes del organismo que se eligen por comicios son los jueces, los abogados y los académicos.
En el barajar y dar de nuevo que significa esta etapa uno de los temas centrales son los concursos para cubrir cargos vacantes que hay en el justicia que el Consejo ya está en condiciones de aprobar y que hasta ahora no lo hizo por las posturas encontradas entre el oficialismo y la oposición. Ninguno de los dos sectores tiene por si solo los votos para aprobarlo.
Son 18 concurso para cubrir 49 cargos en distintos lugares del país. Los que más tensión tienen son los de Comodoro Py, por donde pasan las causas de corrupción contra funcionarios públicos y empresarios. Se trata de tres lugares en los juzgados de primera instancia, media docena en los Tribunales Orales Federales y, principalmente, los asientos de los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, en la Cámara Federal.
Como ya adelantó Infobae, el oficialismo apuesta a que Rosatti sea la llave que destrabe la aprobación de los concursos de Comodoro Py. Es porque la Corte fue la que falló que los cargos en la Cámara Federal se debían cubrir por concurso. La tarea no es sencilla. La oposición tiene una postura de no avanzar porque alegan que no cuentan con la seguridad de que lo acordado se respete en la continuidad del trámite en las etapas siguientes -Poder Ejecutivo y Senado- y porque las elecciones presidenciales del 2023 podrían darle otro plafón de poder en el Consejo. En el oficialismo critican que tiene la orden del ex presidente Mauricio Macri de no aprobar ninguna terna. En la oposición no lo niegan.
Pero la pelea por la aprobación de los concursos no cambia en los votos en el nuevo Consejo. Con 20 consejeros se necesitan 14 votos para refrendar un concurso. El oficialismo cuenta con un bloque de siete (el representante del Poder Ejecutivo Gerónimo Ustarroz, los senadores Doñate, Mariano Recalde y María Pilatti de Vergara, el juez Alberto Lugones, la diputada Vanesa Siley y su aliada, la diputada peronista Graciela Camaño) y la oposición con otro de nueve (los abogados Diego Marias y Carlos Matterson, los diputados Pablo Tonelli y Reyes, la senadora Silvia Giacoppo, la abogada Jimena de la Torre y los jueces aliados Ricardo Recondo, Agustina Díaz Cordero y Juan Manuel Culotta).
Por su parte, se espera que los académicos Diego Molea y Pamela Tolosa y la abogada Fernanda Vázquez conformen un bloque de tres. Aliado al oficialismo, Molea logró en las elecciones de abogadas y de la académica el ingreso de dos mujeres cercanas. Con eso ese sector toma otra color. Inclusive, en el Consejo señalan que Molea adelantó que dará su voto para destrabar los concursos. Tolosa y Vázquez podrían seguir esos pasos. Pero con los votos que este bloque, ni oficialismo ni oposición llegan a los 14 que se necesitan. La necesidad de que haya acuerdos seguirá siendo la regla.
El consejero 20 es Rosatti, de quien se espera que tome definiciones cuando los concesos se hayan logrado.
Pero en los dos sectores hay una expectativa de que los consensos se logren en una nueva etapa que se pondrá en marcha el jueves.