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miércoles, octubre 9, 2024
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El reencuentro de tres primas que terminó en tragedia: condenaron al conductor que las atropelló

Matías Noya cruzó en rojo y a toda velocidad cuando arrolló a la moto en la que viajaban las víctimas. Seguirá preso.

La Navidad de 2020 terminó en tragedia para tres primas que se reencontraban tras un largo tiempo sin verse por la pandemia. Matías Uriel Noya ignoró el semáforo en rojo y las atropelló cuando cruzaban con su moto. Dos de ellas murieron y la otra sufrió heridas graves. Dos años después, el conductor fue condenado a cinco años de prisión y 10 años de inhabilitación para conducir.

Yanina Alejandra Juárez (30), Karen Gisell González (24) y Jennifer Elena Soledad Juárez (28) eran primas. Y lo que debía ser un reencuentro familiar tras el aislamiento obligatorio se volvió una tragedia.

Noya está detenido desde ese momento y, aunque en varias oportunidades pidió su excarcelación, siempre se la negaron. Finalmente, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 20 lo declaró culpable como “autor penalmente responsable del delito de homicidio culposo y lesiones graves culposas, ambas agravadas por haber sido ocasionadas por la conducción imprudente del vehículo y la pluralidad de víctimas”.

“No bien tomamos esta causa tenía dos agravantes. Uno era que había pasado en rojo y el otro que teníamos dos víctimas fatales. Pero a medida que empezamos a trabajar aparecieron otros agravantes, como el consumo de estupefacientes y la velocidad excesiva. Las familias están conformes porque lograr una pena de homicidio simple con doble eventual es muy difícil, y más cuando tenemos antecedentes recientes, como es el caso de Eugenio Veppo”, explicó Natalio Nicodemo, abogado de las familias de Yanina, que murió en el lugar, y Jennifer, que sobrevivió. La otra víctima fatal fue Karen.

La moto en la que viajaban las víctimas el 25 de diciembre de 2020.  Foto: Lucía MerleLa moto en la que viajaban las víctimas el 25 de diciembre de 2020. Foto: Lucía Merle

“Se debe tener una escala de condenas mayores en este tipo de delitos; de hecho lo estamos viendo en el Congreso con Vivian Perrone y Madres del Dolor. Con este fallo de cinco años de prisión, entiendo que Noya en breve va a poder pedir la libertad condicional. De igual forma, ya lleva tres años y medio en prisión. Así que, en principio, las familias están conformes, porque es un fallo donde ven que la persona que mató a sus seres queridos está preso desde el día uno y la condena es de prisión efectiva”, agregó.

Los delitos viales suelen encuadrarse en la figura de “homicidio culposo”. Aunque la velocidad, el consumo de alcohol y drogas y el abandono de las víctimas son considerados agravantes, es muy difícil que la Justicia sostengan imputaciones por “homicidio simple”. Ocurrió hace poco con Eugenio Veppo, que atropelló y mató a la agente de tránsito Cinthia Choque y fue condenado 9 años y 3 meses de cárcel bajo esa figura. Pero este año, la Sala I de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional redujo la pena a 5 años y 10 meses de prisión. Además, modificó la carátula a “homicidio culposo agravado y lesiones culposas agravadas”.

La mañana fatal

Las tres mujeres circulaban en una moto Honda CB125 por la calle Punta Arenas, en La Paternal, para pasar la Navidad en la casa de una de ellas. Pero no llegaron. En el cruce con la avenida San Martín, las chocó Matías Noya, que pasó el semáforo en rojo con su Nissan Sentra.

Aquel 25 de diciembre, detrás de la moto de las chicas iba otra en la que se desplazaban el hermano de Yanina y su primo, Darío. Ambos fueron testigos del impacto. Yanina murió al instante. Karen y Jennifer fueron trasladadas con heridas graves, pero sólo la última logró sobrevivir. Karen murió el 31 de diciembre, una semana después del choque, en el Hospital Tornú.

“El auto venía del puente de San Martín y pasó con el semáforo en rojo cuando las chicas en la moto cruzaban por la calle Punta Arenas”, relató en aquel momento Matías, el empleado de seguridad de una estación de servicio ubicada a pocos metros del lugar. Y aseguró que Noya intentó escapar, pero el conductor de otro vehículo se le adelantó y lo encerró para impedírselo.

Según expresaron los amigos del hombre ante la Justicia, Noya conducía en zig zag a gran velocidad y hasta circuló por el carril del Metrobús de avenida San Martín. También dijeron que le pidieron varias veces que bajara la velocidad. Y que Noya les contestó riendo: “¿Qué pasa, tienen miedo?”. Todos los testimonios afirman que al llegar a Punta Arenas, Noya pasó el semáforo en rojo y chocó a la moto. Las imágenes de la cámaras de la zona lo confirmaron.

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