Aseguran que su partida “era esperable” y que “no fue completa” porque una legisladora de la provincia se quedó en el bloque de Fuerza Patria. Acusaciones de traidor. Clima caliente
“Era esperado. Sabíamos que se iban a terminar yendo”, dijo, en forma acotada, un diputado nacional que compartía bancada con los catamarqueños Fernanda Ávila y Sebastián Nóblega, que, sumado al diputado electo, Fernando Monguillot, pegaron el portazo y, en un solo movimiento, rompieron el bloque de Unión por la Patria.
La salida de Jalil no fue completa. Claudia Palladino se quedó en el bloque peronista. La legisladora responde a la ex gobernadora Lucía Corpacci, que actualmente está en el Senado y que tiene una relación cercana con Cristina Kirchner. Que la partida no haya sido en masa es una herramienta que el peronismo utiliza por estas horas para bajar el nivel de importancia al quiebre del bloque.
La decisión de romper que tomó el catamarqueñ está fundada en que su perfil político en esta temporada tiene poco que ver con el que tiene Fuerza Patria. La sociedad de su provincia, entiende el mandatario, le pide que no se pelee con Milei, que no confronte sistemáticamente con el Presidente. Y esa postura no encaja con la que representa el sector mayoritario del peronismo en la Cámara baja.

Germán Martínez recibió el llamado del adiós en la mañana de ayer. Jalil le confirmó en persona la salida de sus legisladores del bloque. El Gobernador entiende que el kirchnerismo no hizo ningún cambio después de la dura derrota en las elecciones legislativas a nivel nacional. Como si no hubiese entrado de lleno el golpe en el mentón. “No hubo cambio de conducción en los bloques, siguen con la línea dura, parece que no perdieron. No reaccionan”, indicaron a este medio cerca del mandatario.
Una semana atrás ambos se habían reunido en la Ciudad de Buenos Aires para intentar acercar posiciones. Martínez intentó, desde un principio, contener a los catamarqueños. Jalil le valoró siempre la capacidad de diálogo. Pero no hubo acuerdo. El Gobernador ya no se sentía cómodo bajo el mismo paraguas que La Cámpora, el sindicalismo K y el massismo. El diputado nacido en Rosario seguirá al frente de la bancada peronista, en lo que es una señal de apoyo de los distintos sectores a su conducción, compartida con Cecilia Moreau y Paula Penacca.
Jalil fue muy claro con los suyos cuando tuvo que explicar los motivos de la salida. “Terminó la cultura de la polémica. Ahora es momento de la cultura del diálogo. Eso es lo que pide la sociedad en este momento. Se tienen que dar cuenta”, le dijo, con convicción y precisión, a un grupo de dirigentes de extrema confianza.

En el bloque peronista aseguran que los legisladores norteños no se fueron por una pelea interna o algún planteo de ellos que haya sido desestimado, sino por una decisión estratégica del mandatario al que responden. Y, además, advierten que si hasta acá Jalil no había dado un paso al costado, fue porque contaba con la resistencia de su esposa, la diputada Silvana Ginocchio, que deja su banca y vuelve a la provincia.
Ginocchio es cercana al kirchnerismo y tiene un perfil distinto al de su marido. No quería correrse del armado de Fuerza Patria. Sin ella en el bloque, la decisión del Gobernador no tardó en llegar. En el peronismo legislativo ven en ese movimiento una parte de la decisión de Jalil que, al mismo tiempo, estaba molesto con algunas actitudes que legisladores del kirchnerismo habían tenido, internamente, con su mujer durante el tiempo que fue diputada.
El mandatario fue de los pocos que ganó con el sello de Fuerza Patria. Y ganó sin hacer oposición a Milei. Así mantuvo su equilibrio entre el peronismo provincial y la Casa Rosada. Entre las necesidades y los intereses. Porque en la provincia, su alianza con Corpacci sigue firme, sin fisuras. El 26 de octubre Jalil jugó con el mismo sello que utilizó el kirchnerismo. Un mes después se alejó por completo de ese esquema. Tal como reconocen muchos legisladores del bloque, el final era anunciado.

Jalil sigue negociando un interbloque con los gobernadores de Salta, Tucumán, Misiones y Neuquén. Están buscando la forma de armar un esquema que les sirva a todos y que tenga una identidad federal. Hoy se reunirán los legisladores de esas provincias más los tres catamarqueños que se fueron de Fuerza Patria. Empezarán a negociar el armado de una estructura más grande y con más peso en la escena parlamentaria.
“Especuló demasiado. Como alguna vez le dijo Pichetto a Cobos, lo que haya que hacer, hagámoslo rápido”, fue la sentencia de un diputado de larga trayectoria que, en una misma frase, trató a Jalil de traidor y mostró todo su enojo frente al Gobernador, que dilató su decisión final, pero que ya había dado varias señales claras de que se iría del bloque. La referencia es sobre un momento histórico del peronismo. El día que el entonces vicepresidente de Cristina Kirchner votó en contra de la resolución 125, de retenciones móviles a la soja. Pichetto era el jefe de la bancada de senadores del peronismo en ese instante.
La salida de los legisladores catamarqueños provocó enojo en todo el peronismo. En algunos hubo resignación. En otros, fastidio. En otros tantos, incredulidad frente a lo que creen que es una mala jugada política, porque “Milei no le va a pagar” a nadie, en referencia a aquellos opositores que se acercaron a la Casa Rosada. Jalil dijo adiós, pero siempre hay tiempo para volver. En el peronismo todo se reconvierte con el paso del tiempo. Y el “Turco”, como le suelen decir cariñosamente, lo sabe a la perfección.
