Aterrizó en Rzeszów, a 100 km de la frontera ucraniana. Visitará refugiados y se reunirá con las tropas norteamericanas.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó este viernes en visita oficial a Polonia, acercándose al “frente de batalla”. El jefe de la Casa Blanca arribó a la localidad de Rzeszów, a 100 km de la frontera con Ucrania, donde será testigo de la acogida de refugiados procedentes de ese país.
Rzeszów es la primera parada en Polonia de Biden, que este sábado se reunirá en Varsovia con refugiados ucranianos, informó el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, en una rueda de prensa desde el avión presidencial.
El mandatario estadounidense aterrizó a las 14.15 hora local (10.14 hora argentina) procedente de Bruselas.
La ciudad de Rzeszów, situada a unos cien kilómetros -algo más de una hora por tierra- de la frontera con Ucrania, se ha convertido en una suerte de centro logístico en un país que ha recibido más de dos millones de refugiados ucranianos.
Al llegar, Biden tenía previsto recibir información acerca de la respuesta humanitaria para acoger a los refugiados, antes de reunirse con miembros de la 82 División Militar Aerotransportada de las Fuerzas Armadas de EE.UU., desplazados a la zona para reforzar el flanco oriental de la OTAN.
También se espera que se reúna con las tropas estadounidenses a lo largo del flanco este de la OTAN mientras los refugiados continúan huyendo de Ucrania, con más de dos millones yendo a Polonia.
Después de reunirse con los aliados de la OTAN y anunciar un acuerdo para ayudar a asegurar más gas natural licuado para que la Unión Europea reduzca su dependencia al gas ruso, Biden partió de Bruselas rumbo a Varsovia para resaltar la creciente catástrofe humanitaria causada por el guerra y subrayar el momento de peligro para Europa al enfrentarse a la agresión rusa.
Incluso mientras Biden continúa reuniendo a los aliados europeos para mantener la presión sobre Rusia, las fuerzas ucranianas han lanzado varias contraofensivas que parecen haber cambiado la dinámica de la guerra.
Pero a los líderes occidentales les preocupa que, a medida que las fuerzas rusas se vean bloqueadas en el campo de batalla, el presidente Vladimir Putin pueda recurrir a armas no convencionales.
En los últimos dos días, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, ha dicho que existe una necesidad urgente de proporcionar equipo de protección a los ucranianos.
“Nuestro principal comandante militar, el general Wolters, ha activado los elementos de defensa química, biológica, radiológica y nuclear de la OTAN”, dijo Stoltenberg a los periodistas el jueves, refiriéndose al general Tod D. Wolters, el comandante supremo aliado de la OTAN para Europa.
Eso significa que los equipos de la OTAN que se ocupan de la contaminación de tales ataques están en alerta máxima y se están desplegando defensas adicionales, algo que no ha sucedido a esta escala en la memoria moderna, dicen los expertos militares.
Dos veces durante la serie de reuniones en Bruselas el jueves, el presidente Volodimir Zelensky apareció desde su puesto de mando en Kiev y les dijo a los líderes europeos que, sin importar cuán orgullosos estuvieran de haber enfrentado a Putin, no habían hecho lo suficiente.
Ucrania, sugirió, estaba librando una guerra por Europa, y una que los europeos, al igual que otros ucranianos, no podían permitirse perder, porque Putin no se detendría en las fronteras de Ucrania.
Polonia, ultima escala
La visita del presidente de Estados Unidos a Polonia en la última parada de su viaje a Europa esta semana brindará la posibilidad de resaltar el compromiso de Washington con la protección de un aliado clave de la OTAN a las puertas de Ucrania, y de agradecer su generosa acogida a los refugiados.
La visita de dos días, que arrancó este viernes y sigue a las tres cumbres de emergencia en Bruselas por la guerra, lleva a Biden a un país que ha aceptado a la mayor parte de los 3,5 millones de ucranianos que huyeron de su país desde el inicio de la guerra hace un mes. Más de 2,2 millones han cruzado la frontera con Polonia y muchos de ellos tienen intención de quedarse allí.
Polonia alberga además a miles de soldados estadounidenses adicionales, además de a los contingentes movilizados de forma rotatoria desde que Rusia invadió por primera vez Ucrania en 2014.
Muchos consideran su presencia tranquilizadora: los ataques rusos a la base militar de Yavoriv el 13 de marzo estuvieron tan cerca que estremecieron a los residentes de la región fronteriza con el oeste de Ucrania.
La ayuda de Polonia a los ucranianos le ha valido elogios de propios y extraños. No solo los albergues y escuelas han abierto sus puertas a los refugiados, con 90.000 niños inscritos para su escolarización, sino que muchos ciudadanos de a pie los han acogido en sus casas. En algunos casos se trata de amigos, pero en otros son completos desconocidos.
Biden fue recibido por su homólogo, Andrzej Duda, aliado del partido de extrema derecha acusado de erosionar las normas democráticas y quien claramente prefería al expresidente Donald Trump.
Muchos polacos esperarán una señal de Biden de que Washington seguirá exigiéndole que cumpla con valores democráticos, aguardando que no se olvide ante la necesidad de que la OTAN se mantenga unida en tiempos de guerra.