Son Super Étendard modernizados, similares a los que se usaron en la guerra de Malvinas. Problemas con los repuestos y el factor “veto británico”.
Esta es la historia de cinco aviones de guerra comprados a Francia por más de 12 millones de euros, que nunca volaron y que ahora serán desechados por el Ministerio de Defensa.
Se trata de los cinco Super Étendard Modernisé, que el gobierno de Mauricio Macri le compró al de Emmanuel Macron en 2017 para que hicieran vigilancia durante la cumbre del G20 de 2018, pero recién llegaron al país en 2019 y tampoco cumplieron la función de patrullar el mar argentino para la que también estuvieron pensados.
Estos cinco Dassault Super Étendard de segunda mano que se le compraron a los franceses son familia de los entre 11 y 14 aviones de combate navales Dassault-Breguet Super Étendard que usaba la Argentina y varios de los cuales hundieron dos buques a la flota del Reino Unidos en la guerra por las Malvinas, de 1982: el HMS Sheffield y el HMS Ardent.
El anuncio de que estas aeronaves que pasaran a retiro sin haber sido utilizadas y de estar deteriorándose en los hangares de la Armada lo hizo el propio ministro Jorge Taiana durante al acto por el Día de la Armada, el último miércoles. Fue cuando la prensa invitada al apostadero naval le preguntó por esa aeronaves.
“Teníamos planeado recuperarlos, entonces fui a hablar con el ministro de Defensa [francés], quien me dijo que no se pueden recuperar, por dos razones. Por los asientos, que los británicos no cedieron, y por una serie de piezas del Super Étendard Modernisé que ahora están retiradas. Por eso ellos, que inicialmente habían visto la posibilidad de fabricar las piezas, dicen que no pueden fabricarlas”, dijo Taiana, a quien Clarín intentó volver a contactar.
Pero el ministro, no quiso contestar.
Pero el anuncio de la jubilación de los Super Étendard Modernisé irritó a la fuerza, que no tiene aviones para patrullaje marítimo y utiliza los patrulleros oceánicos (OPV) que también se lo compraron a Francia, cuando tiene combustible, en medio del pavoroso ahorro interno.
El anuncio generó una silenciosa polémica porque pocos se animan a hablar tras el despido de un militar por hablar de los juicios a los uniformados de la dictadura. Pero consideran que tanto Agustín Rossi como ahora Taiana, los dos ministros de Defensa de Alberto Fernández “no hicieron nada” para recuperarlo por el contrario “buscaron plancharlo”.
Pero al mismo tiempo la “jubilación”de los Super Étendard Modernisé también genera críticas hacia la gestión anterior de Macri, de su ex jefe de Gabinete, Marcos Peña, del ex ministro de Defensa Oscar Ahuad y de los responsables de la Armada en aquel entonces por haber comprado aviones con tantas restricciones para ponerlo en uso.
Esta es la penosa historia del Estado argentino afectado no sólo por decisiones irresponsables, peleas políticas en los cambios de ciclos políticos. “Esos aviones nunca se tendrían que haber comprado. Y es verdad que los franceses para conseguir repuestos se abrieron de gambas”, dijeron a Clarín fuentes consultadas.
En cambio, el ex presidente de la Comisión de Defensa de Diputados, Carlos Fernández, quien recientemente hizo una fuerte crítica al Gobierno por lo que llamó la sub ejecución del presupuesto destinado para el Fondo Nacional de la Defensa (Fondef) y de un “proceso de degradación presupuestaria y humana que afecta dramáticamente el funcionamiento diario de nuestro instrumento militar”, señaló que seguían “atentamente el proceso para evitar el desguace de un material que consideramos aún puede cumplir funciones y brindar a la Argentina un elemento clave que puede permitir recuperar la capacidad supersónica hasta que un nuevo gobierno negocie adecuadamente la renovación de esa capacidad”
Qué pasó
El embargo británico que rige para las compras argentinas de equipamiento militar atraviesa infinidad de operaciones. Están de hecho en el centro de las tensiones de los aviones caza que la Fuerza Aérea quiere comprar: los F16 de los estadounidenses tienen que pasar por autorización británica. Los JF17 de los chinos no, pero es una compra altamente sensible para Washington y para la tradición occidental de las fuerzas argentinas.
Macron entusiasmó a Macri durante una visita de este a Francia. Y ahí se anunció esta venta de aeronaves que en Francia ya estaban retiradas del servicio activo.
El sito especializado Aerotime cuenta que el contrato de 12 millones de euros incluía ocho motores ATAR 8K50, repuestos y un simulador de entrenamiento. Cuenta también el gobierno argentino retrasó el pago cuatro meses, y finalmente se entregaron los cinco aviones. Fue en 2019. Si bien en mayo de 2020, uno realizó su primer lanzamiento, las aeronaves nunca pudieron alcanzar el estado operativo.
¿El problema? Son varios. Uno de ellos es el asiento.
Debido al embargo, el Super Étendard Modernisés no se pudo entregar con su asiento eyectable MK6 fabricado por el grupo británico Martin Baker. Tres años después, las autoridades argentinas finalmente han renunciado a eludir las sanciones británicas.
Pero en el sitio Pucará, críticos de la decisión de Taiana y de la gestión anterior por no haber puesto en actividad los aviones, que llegaron sobre el final del gobierno de Macri señala que “resulta llamativo que, conociéndose desde entonces el problema de los asientos eyectables, así como el hecho de que se hicieron gestiones con la empresa Task Aerospace, que planteó opciones para recuperarlos, y que avanzaron hasta comienzos de este año, ahora se plantea desprogramar los aviones ante la respuesta del Ministerio de Defensa de Francia de que ellos no pueden proveer las piezas”.
En el sitio también critican que “se ponga como razón el hecho de que Francia informe nuevamente que no puede proveer los componentes de los asientos comprándolos a Martin Baker, lo cual ya era sabido desde hacía varios años y que por eso se había recurrido a Task Aerospace, empresa que ya provee componentes para otros asientos sin las limitantes impuestas por Gran Bretaña”.
Tras las críticas recibidas, y consultadas por Clarín, funcionarios del área de la Defensa explicaron lo siguiente: que la cesión implicó un costo de 12 millones de Euros y un costo adicional aproximado de 2 millones de dólares para el traslado de todo el conjunto desde Francia hasta Argentina.
– Conjugando las capacidades locales de mantenimiento (conocimientos, experiencia y talleres), el país iba a recuperar capacidad por un espacio de tiempo entre 5 a 8 años más.
– Los aeronaves en Francia se encuentran completas, actualmente preservadas. Todas ellas llegaron volando a sus actuales hangares. Si bien existen algunos vencimientos calendarios (no por horas de uso, sino por el pasaje del tiempo), es factible recuperar al menos dos de ellas en muy corto plazo.
– Agotadas las horas de vuelo de las cinco aeronaves provenientes de Francia, sus componentes se reutilizaran en los aviones argentinos, cuyas estructuras, debido al bajísimo uso durante el pasado reciente, se encuentran en inmejorable estado .
-La fuentes señaló que aeronaves de características similares actuales, (Rafaele; F-16; Saab 39 Gripen, Eurofighter), tienen un costo unitario de mercado de 70 millones de euros cada una sin incluir los costos de capacitación y entrenamiento del personal, además de los repuestos necesarios para su operación.