Rica en fibra y antioxidantes, ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre y es clave para prevenir complicaciones metabólicas al promover la función hepática
Elegir alimentos que beneficien tanto la salud metabólica como la hepática es una objetivo de salud clavel para las personas con diabetes.
Entre las opciones frescas y naturales, ideales para consumir en verano, la manzana encabeza la lista de las frutas con más beneficios. La manzana no solo ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre, sino que también promueve una función hepática óptima gracias a su composición rica en fibra y antioxidantes.
La diabetes es una enfermedad crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre, que puede causar daños a órganos como el corazón, el hígado y los riñones. La forma más común, la tipo 2, surge por resistencia a la insulina o producción insuficiente de esta hormona.

La manzana presenta múlitples beneficios para quienes padecen diabetes. Según la nutricionista Amber Sommer, de la Clínica Cleveland de Estados Unidos, “los alimentos ricos en fibra y bajos en azúcar, como las manzanas, permiten mantener estables los niveles de glucosa”. Este efecto estabilizador proviene de dos componentes clave: la fibra soluble, que ralentiza la absorción de azúcares, y los antioxidantes, que protegen el páncreas de posibles daños.
Un estudio de gran alcance con más de 38.000 participantes mostró que quienes consumían una manzana al día reducían en un 28 % el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Además, un informe de la Universidad de Harvard basado en datos de 340.000 personas de ocho países europeos reveló que aquellos con una mayor ingesta de frutas y verduras, junto con niveles más elevados de nutrientes vegetales en sangre, tenían entre un 25 % y un 50 % menos riesgo de desarrollar diabetes durante el período del estudio.
Los investigadores de Harvard destacaron que “el equivalente a solo dos tercios de una manzana mediana o poco más de un tercio de una taza de frutas variadas cada día ofrecía protección contra la diabetes”.
Las propiedades de la manzana para la salud del hígado

El hígado, órgano esencial para la desintoxicación del cuerpo, enfrenta un gran desafío en personas con diabetes tipo 2, quienes tienen un riesgo elevado de desarrollar hígado graso no alcohólico. Aquí es donde las propiedades antioxidantes de la manzana adquieren relevancia. Diversos estudios señalan que los flavonoides presentes en la cáscara de la manzana pueden proteger las células hepáticas contra el daño oxidativo y prevenir la formación de células cancerígenas.
Además, la fibra soluble del fruto facilita la eliminación de toxinas del organismo, promoviendo una función hepática saludable.
Los expertos de la Clínica Cleveland también destacan que las variedades más pigmentadas, como la Red Delicious, son especialmente ricas en antioxidantes, lo que refuerza aún más su papel en la protección del hígado. Comer la fruta entera y con cáscara es esencial para aprovechar estos beneficios al máximo, evitando productos procesados como jugos o purés, que carecen de fibra y pierden gran parte de sus nutrientes.
Valor nutricional de la manzana y su impacto en la salud

La manzana es un alimento de alta densidad nutricional. Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), una unidad mediana aporta aproximadamente:
- Energía: 52 kcal.
- Fibra: 2,4 g.
- Carbohidratos: 13,81 g (con solo 10,39 g de azúcares).
- Vitamina C: 4,6 mg.
- Agua: 85,56 g.

Estos componentes, junto con otros antioxidantes como los carotenoides, desempeñan un papel crucial en la salud general. El estudio de Harvard también evidenció que un modesto aumento en el consumo de frutas como la manzana puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades metabólicas, reforzando el sistema inmunológico gracias a sus propiedades antioxidantes.
La fibra soluble, como la pectina, no solo estabiliza los niveles de glucosa, sino que también reduce el colesterol al unirse a este en el tracto digestivo y facilitar su eliminación. Además, el contenido de quercetina actúa como un agente antiinflamatorio, mejorando la salud cardiovascular y pulmonar.
Cómo incluir las manzanas en la dieta
Incorporar la manzana en la rutina diaria no requiere grandes cambios. Desde un snack rápido hasta un ingrediente versátil en ensaladas, pancakes o budines sin azúcar, esta fruta ofrece múltiples posibilidades.
Lo recomendable es consumirla cruda, entera y sin pelar para preservar sus nutrientes. Las variedades como Honeycrisp y Red Delicious son ideales por su alta concentración de antioxidantes.