Durante la jornada del martes, Dinamarca, Polonia, Estados Unidos y Noruega expresaron sospechas sobre el hecho de que las fugas en el gasoducto sean consecuencia de actos de sabotaje
La Guardia Costera sueca descubrió este jueves una nueva fuga de gas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, elevando la cifra total de filtraciones a cuatro, según ha informado el Canal 4 de la televisión de Suecia.
“Se ha descubierto otra fuga de gas en el mar Báltico, confirma la Guardia Costera. Esto significa que se han encontrado un total de cuatro fugas en Nord Stream 1 y 2″, detalló la citada cadena durante una retransmisión en directo.
Dos de las fugas en Nord Stream han tenido lugar en la zona del mar Báltico perteneciente a Dinamarca, y otras dos en la zona perteneciente a Suecia.
La unidad de inteligencia de la Policía (SÄPO) de Suecia se ha hecho cargo de la investigación de las fugas de gas y no ha descartado la posibilidad de que “una potencia extranjera esté detrás” del supuesto sabotaje.
Durante la jornada del martes, Dinamarca, Polonia, Estados Unidos y Noruega expresaron sospechas sobre el hecho de que las fugas en el gasoducto sean consecuencia de actos de sabotaje. Sismólogos de Suecia han ido más allá y han confirmado explosiones en la zona horas antes de confirmarse las fugas.
La empresa operadora del Nord Stream, Nord Stream AG, indicó el martes que los daños sufridos en los conductos a última hora del lunes “no tienen precedentes”, tras una fuga de gas en uno de los tramos del Nord Stream 2 y una pérdida de presión en el Nord Stream 1, sin que por ahora se conozcan las causas.
Estas fugas están provocando burbujeos de varios metros de largo en la superficie del mar que hacen imposible la inspección inmediata de los conductos, según las autoridades.
Sospechosa de un presunto sabotaje de estos gasoductos, Rusia contraatacó el miércoles y señaló a los Estados Unidos que, de su parte, denuncian una operación de “desinformación”.
DAÑO AMBIENTAL
La piscina humeante de gas metano en el mar Báltico, fruto de un supuesto sabotaje en los gasoductos Nord Stream, amenaza con desencadenar un desastre medioambiental, según advierten científicos y organizaciones ecologistas.
El metano está considerado como un emisor clave de gases de efecto invernadero, por lo que la comunidad científica se esfuerza por hacer algún tipo de previsión sobre los efectos de la triple fuga en el Nord Stream 1 y el Nord Stream 2. Ambas tuberías contienen gas a presión, pese a no estar actualmente en funcionamiento.
El científico David McCabe, experto de la organización Clean Air Task, advirtió que, a 20 años vista, “una tonelada de metano tiene un impacto climático que es más de 80 veces superior que el dióxido de carbono”, lo que hace que la fuga actual sea “muy preocupante”, según consigna la agencia Bloomberg.
El director de estrategia energética en el Environmental Defense Fund, Andrew Baxter, estimó que ya se han emitido a la atmósfera unas 115.000 toneladas de metano, lo que equivale a 9,6 millones de toneladas de CO2 o a las emisiones de dos millones de coches de gasolina durante todo un año.
La ONG Greenpeace elevó esta estimación y la equipara ya a 30 millones de toneladas de dióxido de carbono, si bien el hecho de que las fugas sean submarinas y no al aire libre complica la elaboración de este tipo de estimaciones. En lo que sí coinciden todos los expertos es en su gravedad.