Agostina Jalabert (31) fue encontrada en el baño de su departamento. Primero lo caratularon como un suicidio pero ahora investigan al novio.
A Agostina Jalabert (31) le iba muy bien en Playa del Carmen, donde gracias a ser modelo e influencer, tenía mucho trabajo con su presencia en distintos eventos, lo que le auguraba una larga estadía en México, adonde llegó en septiembre de 2022. Nada de su hasta entonces presente presagiaba un final abrupto y conmocionante: la joven fue encontraba muerta en su departamento del dos ambientes que alquilaba en la ciudad mexicana.
El 18 de febrero, su hermana Candela (21), quien la había ido a visitar, se encontró con una escena espeluznante: Agostina estaba en el baño, sentada, en el piso, con un cinturón alrededor de su cuello, atada a un toallero, a una altura no superior al metro veinte.
“Cuando Candela llegó al complejo donde vivía Agostina, un agente de seguridad, en la planta baja, le dijo: ‘Ustedes van a ser multados por el ruido que están haciendo’. La policía había estado dos veces, respondiendo denuncias de los vecinos”, le cuenta a Clarín Germán Jalabert, tío de Agostina. “Candela -continúa- no sabía de qué hablaba el hombre, porque no había pasado la noche allí. Cuando subió, nerviosa, algo la alertó: no podía abrir la puerta. Estaba trabada desde adentro”.
Desesperada, Candela empezó a golpear la puerta y llamar a Agostina (oriunda de Carmen de Patagones) a los gritos. Quien abrió la puerta fue Juan Manuel, un argentino de Viedma, con quien había retomado una relación que había nacido en la Patagonia, luego se interrumpió y se habría reanudado hace unos meses.
”Apareció este chico, que según mi sobrina estaba con toda la cara moretoneada. ‘¿Donde está Agostina?’, le preguntó él. ‘A mí me preguntás, ¡estaba con vos!'”, repasa Jalabert, que es abogado de la familia, el diálogo.
Un perrito de Agostina, finalmente, fue quien condujo a Candela a encontrar a su hermana sentada en el baño, apoyada a una pared. “La desató, pensó que estaba viva, intentó cargarla para llevarla al living… Todo sin la ayuda de Juan Manuel. Finalmente la ayudó y Candela le intentó hacer RCP. Entiendo que en ese momento llamaron a la Policía, que llegó y los mantuvo afuera del departamento”.
Sospechas en torno a la muerte de la modelo
La familia de Agostina, especialmente German y su hermano Edgardo, padre de Agostina, quieren refocalizar la causa, que para la Justicia mexicana se habría encuadrado “como suicidio”, al menos en primera instancia. “Gracias al empuje mediático que tuvo la noticia, la Fiscalía mexicana de Quintana Roo, correspondiente a Playa del Carmen, cambió radicalmente de actitud, que inicialmente fue negligente”, afirma el tío.
“Llamativamente la investigación dejó de lado el protocolo internacional que debe realizarse para casos como éste”, remarca Jalabert, que es abogado. “No se incautaron los celulares de Agostina y el novio, no se le hizo una prueba de toxicología a él, no se lo interrogó al joven que tenía la cara marcada y, llamativamente, partió raudamente de Playa del Carmen y se desconoce su paradero”.
Cuenta Jalabert a Clarín que lo llamó hace unos días Marcelo, padre de Juan Manuel, la supuesta pareja de Agostina. “Lo conozco, es de Carmen de Patagones y me dijo: ‘¿En qué te puedo ser útil?’. Le respondí, quiero saber la verdad, que tu hijo cuente lo que pasó. Y quedamos en que él iba a hablar con su hijo y me prometió hacer un zoom para conversar los tres. Nunca sucedió, Juan Manuel nunca apareció”.
Días después volvió a dar con el padre del sospechado por la familia. “Me dijo que entendía al hijo, que iba a priorizar su salud… Yo estoy seguro que Juan Manuel sabe lo que pasó y yo quiero su versión de los hechos”. Piensa Jalabert en esos dos llamados de los vecinos a la Policia y piensa por qué la visita por duplicado de la policía no disuadió “el escándalo”.
Según pudo averiguar Clarín, el embajador argentino en México, Carlos Tomada, llamó personalmente a Edgardo, padre de Agostina, para informarle que “la Fiscalía mexicana estaba reperfilando su investigación y empezar a no quedarse sólo con la teoría del suicidio”. Por otro lado, el cónsul argentino en en Playa del Carmen, Lautaro Filchtinsky, colaboró para que a la familia Jalabert le llegara la autopsia “que reenviaremos a nuestra abogada argentina que vive en Playa del Carmen”.
Al mismo tiempo, en la tarde de este martes, los Jalabert recibieron en Carmen de Patagones las cenizas de Agostina, que con el consentimiento familiar se había accedido a que se cremaran sus restos en México.
Fuentes cercanas a la Cancillería argentina respondieron a este medio que “hay una investigación en curso y el consulado en Playa del Carmen se encuentra trabajando para que se realicen todas las acciones siguiendo el debido proceso”.
Ante la consulta a Germán Jalabert sobre el estado anímico de su sobrina Agostina durante el vínculo amoroso, se limitó a decir. “Esta relación le hacía mucho daño y le provocaba una sensación de fragilidad y vulnerabilidad”.