1.8 C
Ushuaia
sábado, abril 20, 2024
InicioProvincialesLo que tenés que saber sobre el Hantavirus

Lo que tenés que saber sobre el Hantavirus

El Hantavirus es una enfermedad que se transmite por vía respiratoria, al inhalar aire contaminado con las secreciones de los roedores. El contacto directo o la ingesta de alimentos contaminados también son factores.

En Ushuaia se registraron casos durante fines de los 90, que concordaron con una invasión de ratones de monte. Lo mismo pasó en Tolhuin en 2007 y en Río Grande en agosto de 2016.

Empieza como si fuera una simple gripe, pero se puede convertir en una enfermedad fatal: con fiebre, dolores de cabeza, molestias corporales, con algunos vómitos. A los tres días, este trastorno —el síndrome pulmonar por hantavirus— provoca dificultades para respirar. Sin embargo, una buena prevención —como el mantenerse alejado de los roedores en áreas suburbanas y rurales— y la detección a tiempo pueden evitar la muerte.

El síndrome pulmonar por hantavirus —una enfermedad emergente— es una rareza y a la vez una amenaza real.

Ciertos roedores silvestres son los reservorios de los hantavirus. Esos animales pueden convivir saludablemente con los virus. El problema surge entonces cuando estos virus —que son esféricos y miden entre 80 y 110 milímetros de diámetro— consiguen entrar en los seres humanos, en donde desencadenan el síndrome. Un ingreso que recién en los noventa se identificó en la Argentina.

Paula Padula, del laboratorio Hantavirus, de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos Malbrán” informó que el síndrome por hantavirus puede afectar a cualquier persona.

En 1996, se produjo un brote del síndrome pulmonar por hantavirus en la provincia de Río Negro —especialmente en la localidad de El Bolsón— que afectó a por lo menos 18 personas.

Los hantavirus, entonces, residen en los roedores. Estos a su vez los eliminan a través de la saliva, las excretas o la orina. Así, los virus quedan suspendidos en polvo o en gotitas de agua hasta que una persona entra en el lugar que no ha tenido ventilación reciente y los inhala. Una cabaña cerrada, un cobertizo de herramientas en el campo, un galponcito con leñas o con granos son algunos de los lugares que pueden tornarse trampas mortales para las personas que no toman precauciones. También el virus se puede transmitir de persona a persona, como quedó demostrado a partir del brote en El Bolsón en 1996.

Una vez que el hantavirus entra en el organismo humano (por la nariz, por la vía conjuntival o por la boca), la enfermedad tarda 21 días en incubarse, según Padula.

Inicialmente, los síntomas pueden ser confundidos con los de una gripe: fatiga, fiebre y dolores musculares (principalmente en muslos, caderas, espalda y hombros). Después, entonces aparece la tos y la dificultad para respirar.

“El hantavirus tiene como principal blanco a los pulmones. Provoca un trasvasamiento de líquido en zonas donde debería haber aire. Por esto, si el cuadro se agrava, el paciente puede morirse por falla respiratoria, aunque antes también puede sufrir complicaciones en su hígado, riñón o en su sistema cardiovascular”, explicó la investigadora del Malbrán.

Estas son algunas medidas básicas, sugeridas por Padula:

Desmalezar los alrededores de la vivienda en zonas suburbanas o rurales.

Antes de entrar a lugares cerrados —como una cabaña en desuso—, ventilar primero y humedecerlos con agua o con cloro (que mata al virus). Entrar al lugar al día siguiente y, antes de irse, sellarlo para que no entren roedores.

Guardar los alimentos y el agua en recipientes seguros con tapa cerrada y colocar la basura en tachos con tapa.

Fuentes: Clarín / Guillermo Lobo

ARTICULOS RELACIONADOS