El riesgo país cayó de los 2.400 puntos y los ADR argentinos en Nueva York ya ganan más de 40% desde los mínimos de junio. Los inversores perciben que el Gobierno se alejó del abismo, aunque preocupan la inflación y la escasez de reservas
Los activos locales volvieron a tener otra jornada muy favorable, que contrastó con un mercado internacional que operó mucho más flojo, a la espera de las próximas señales de la Reserva Federal norteamericana sobre el futuro de las tasas de interés. Detrás de la mejora de las acciones y bonos argentinos están los anuncios de recorte que realizó Sergio Massa, que además logró confirmar a Gabriel Rubinstein como su secretario de Programación Económica, en la práctica un viceministro.
La decisión del ministro de Economía de ir adelantando los últimos anuncios para el fin de semana y el lunes a primera hora, antes de la apertura de los mercados. El objetivo no sólo era lograr un impacto en Wall Street (algo que consiguió), sino además no quedar eclipsado por el pedido de prisión que solicitó el fiscal Diego Luciani a Cristina Kirchner en la causa judicial por sobreprecios en Vialidad Nacional.
Las acciones arrancaron el lunes con subas promedio de 2,5%, pero ayer tuvieron un fuerte empujón adicional. El alza del petróleo ayudó a Vista Energía, la firma de Miguel Galuccio, que subió 7,3% y volvió a sus máximos anuales, en USD 9,60. La acción de YPF en Wall Street ganó casi 80% en dólares durante el último mes. También sobresalieron los papeles bancarios: Galicia subió 4,7% en dólares y con esta mejora ya acumula un alza de 42% desde los mínimos de junio, mientras que Macro ganó otro 4% en Wall Street, y presenta una recuperación similar respecto a los niveles mínimos que había alcanzado hace casi tres meses.
En Wall Street perciben que el Gobierno se alejó del abismo luego de la crisis afrontada en junio y julio. Aprovechan los precios todavía muy atractivos de bonos y acciones, mientras también observan el panorama político. Muchos ya apuestan a una derrota del kirchnerismo en las elecciones de 2023
En la misma línea estuvieron los bonos de la deuda, que también mantuvieron el sesgo alcista del arranque de la semana con mejoras de hasta 2% en dólares. Esto llevó a que el riesgo país perfore los 2.400 puntos. Se trata obviamente de valores bajísimos que adelantan una dura reestructuración de la deuda, posiblemente en 2024 cuando cambie el Gobierno. Sin embargo, los precios siguen demasiado deprimidos, por debajo de los USD 25, presagiando el peor escenario.
El comportamiento del dólares sigue presentándose como lo más preocupante de corto plazo. El “contado con liquidación” subió hasta $ 306, mientras que el dólar libre terminó 5 pesos arriba en $ 297. El exceso de pesos de los últimos dos meses está impactando en la cotización, aunque por otra parte se salió de la zona de mayor peligro de fines de julio, cuando parecía que la cotización podía superar cómodamente los $ 350, algo que no ocurrió.
Hay varios motivos que explican la significativa mejora de los activos argentinos de las últimas semanas, que mezclan algunas cuestiones locales con un contexto internacional más favorable:
– Sergio Massa hizo anuncios en línea con la exigencia de los inversores y además confirmó que buscará cumplir con las metas pactadas con el FMI. En esa dirección figura sobre todo el recorte del gasto público en la administración central y la segmentación de tarifas, aunque esto último recién tendrá impacto pleno a fin de año. Además, logró detener la sangría de reservas y el Banco Central acumula nueve días consecutivos de saldo positivo. No es mucho, pero existe mucho nerviosismo por la escasez de dólares.
– La confirmación de Gabriel Rubinstein como virtual viceministro también fue leído positivamente, ya que consolida la búsqueda de un mayor equilibrio fiscal. Además, dejó en claro que Massa tiene las manos más libres para tomar decisiones, algo que no le pasaba ni a Martín Guzmán ni a su sucesora, Silvina Batakis.
– Aunque los últimos días mostraron mayor turbulencia, Wall Street también viene recuperando desde los mínimos que había tocado a fin de junio. Esto tuvo un impacto favorable en mercados emergentes y los activos argentinos también resultaron beneficiados por una mayor búsqueda de riesgo de los inversores.
– Los precios tanto de acciones como de los bonos siguen regalados, anticipando un escenario negro para la economía argentina. Algunos inversores piensan que puede haber una buena oportunidad para conseguir una ganancia, sobre todo teniendo en cuenta que se aproximan las elecciones y podría ocurrir un cambio del clima político que genere algún entusiasmo.