La Justicia Federal tomó la determinación de investigar, luego del parte extendido por la Prefectura Naval Argentina, al Capitán del Catamarán Elisabetta de la empresa de Preto, para entender las razones por las cuales expuso a su tripulación y pasajeros al peligro que se suscitó cuando la nave se inundó y una pasajera resultó herida.
Los hechos
El catamarán Elisabetta, de la empresa Canoero, tuvo que ser socorrido luego de que se escorara por entrada de agua. La negligencia de la tripulación terminó con una turista herida y hospitalizada.
Dos embarcaciones de la firma de Moreno Preto habían salido a su habitual recorrido cuando comenzaron los fuertes vientos, razón por la cual uno de los capitanes quiso quedarse en su posta de Estancia Harberton. No fue el caso del Elisabetta, que emprendió la vuelta al puerto de Ushuaia.
Los tripulantes olvidaron de cerrar el pique de proa, que es un tanque destinado al agua de lastre y permite variar sustancialmente el asiento -o nivel – de un buque.
Tampoco cerraron los tambuchos de los pontones (las aberturas de los flotadores que mantienen el barco), por lo que, al comenzar la navegación y embestir las olas, el agua comenzó a entrar.
En la sala de máquinas empezó a sonar la alarma, debido a que la bomba que saca el agua en caso de inundación tampoco estaría funcionando, pero nadie acudió al llamado por miedo de caer al mar ante la situación climática tan adversa. El catamarán estaba escorado.
Escora es la inclinación que toma un buque cuando éste se aparta de la vertical. Cuando la nave se encuentra en la posición para la cual fue construida para navegar, normalmente con su plano de simetría en la vertical, se dice que el buque esta adrizado.
Una señora llamó al 106 (servicio de emergencias de la Prefectura) para alertar a las que había una pasajera lastimada, por lo que desde la fuerza de seguridad se comunicaron con el Capitán de la embarcación, quién negó toda la situación.
En el Elisabetta había personal del ejército, de civil, que estaba realizando el paseo y, ante la situación, dio parte de forma telefónica al edificio porteño de Guardacostas, quienes ordenaron que Prefectura Naval local llamase nuevamente al Capitán. Al hacerlo, este último dijo la verdad acerca de la situación y los servicios de emergencia salieron al rescate.
Finalmente, el catamarán llegó a puerto, dónde la señora herida fue trasladada rápidamente al Hospital Ernesto Campos.