“Hace 50 días que estamos transitando la crisis mundial por el coronavirus, y había dos posibles caminos para tomar en Tierra del Fuego: Podíamos haber terminado como Manaos, en Brasil, donde el 75% de la población contrajo la enfermedad; o bien, ser la contracara de esa situación, como es hoy Ushuaia, que aún con un perfil turístico muy alto, tomó la decisión de declarar el aislamiento obligatorio y se tomaron medidas a tiempo, que, como era obvio, agravaron la situación económica”, aseguró la legisladora Mónica Acosta hoy en Ártika.
Además, criticó a los grandes grupos económicos, “que nueve días antes de la cuarentena ya habían comenzado a despedir gente y recortar salarios, artilugios generados para no perder dinero. Comenzaron a acopiar productos terminados y guardarlo en galpones, ante el temor de que las Cámaras Altas declarasen un impuesto a la riqueza”.
Mónica Acosta, hoy legisladora y referente popular, trabajó durante muchos años en la Cooperativa Renacer, de la cual sigue siendo Presidenta, pero sin goce de haberes: “Estoy en contacto con los trabajadores de la planta, que están avanzando en los protocolos de seguridad a implementar dentro de la humildad que tienen; ante el resto de las industrias grandes que hoy están pugnando por habilitar la producción”. En este sentido, también se expresó “contenta por los compañeros de Ambassador, ya que el empleador había desaparecido en febrero, pero finalmente se logró que se hiciera efectivo el pago de retroactivos, más el 50% del abono de los salarios. Mientras tanto, en Audivic la situación no es fácil, la están piloteando, sobreviviendo como la mayoría de los compañeros cuyas fábricas cerraron o ya estaban en crisis antes de la pandemia”.
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