La problemática perros asilvestrados crece en Tierra del Fuego, en las últimas dos temporadas, más de la mitad de las estancias al norte de Río Grande han dejado atrás el típico corderito fueguino en el marco de este mal que afecta al sector ganadero y pone en peligro los puestos de trabajo de cientos de fueguinos, explicaba David Thomson en Ártika.
Thomson llegó a la Isla en 1979 y durante 25 años administró las estancias José Menéndez. Actualmente es el administrador de la Estancia San Luis, y tiene una posición bien tomada al respecto de la problemática animal que aqueja a su sector: “Los perros comen corderos, vacas, terneros, chulengos y guanacos, son muy peligrosos, ya que el can mata y abandona a su presa, todos son así, no importa la raza. Yo he tenido que sacrificar a mis propios perros, porque su instinto es matar por matar, es un juego para ellos”.
Para el especialista ganadero, “el tema es tomar las riendas del asunto y cumplir las leyes. La solución es que el que tenga mascotas las cuide, y que perro que caiga a la perrera,en caso de no aparecer el dueño, sea sacificado, lamentablemente no queda otra”.
Este tema se pone más nublado a medida que crece la densidad poblacional en la Isla ya que hay más gente pero menos con la premisa tenencia responsable, “los perros asilvestrados se proliferan, tienen sus crías y la situación empeora. Se está perdiendo el cordero fueguino, ya que muchos establecimientos rurales han pasado del bovino al vacuno ya que no se pueden sostener las pérdidas ante los perros asilvestrados y en dos temporadas se han perdido rebaños y rebaños.
“Tendrían que permitir la eutanasia, ya que el tema de los perros se incrementa de forma mensual y eso trae enfermedades. Se deben complementar acciones entre el municipio, el gobierno y los productores agropecuarios”, aseveró Thomson.
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