Adrian Schiavini, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), ratificó hoy en Ártika que se realizará el control demográfico de los conejos en inmediaciones al edificio de investigación, debido a que “este año fue explosiva su propagación y debemos salvaguardar la infraestructura del Centro, así como también la salud de la población de Ushuaia.
El conejo fue introducido en Tierra del Fuego con la llegada de los primeros europeos, “los navegantes iban dejándolos en las islas con el fin de que se reprodujesen y les aportaran una fuente de proteínas, así es que en 1830, se los trajo primero a la parte chilena de la Isla Grande con el fin de desarrollar la industria peletera y de carne, pero rápidamente, ante su propagación y la destrucción de los pastizales de las cepas magallánicas, se tuvo que introducir al zorro para intentar exterminarlo”, comentó Schiavini.
La especie se expandió rápidamente, ocupando sobre todo las áreas abiertas donde la disponibilidad de pastos cortos ha favorecido su crecimiento demográfico. Vive en cuevas intercomunicadas y tiene hábitos sociales, formando pequeños grupos en la estación de reproducción que coincide con la época de crecimiento de los pastos. El período de gestación es de 30 días, y la hembra puede quedar preñada el mismo día de la parición. El promedio de cría por camadas es de 5 individuos.
Estas cuevas, o madrigueras, están acabando con los cimientos del CADIC, explicó el científico y detalló que los conejos han hecho agujeros a lo largo de toda la tierra debajo del edificio, por lo que se usará en el lugar un gas de fumigación estándar para el control poblacional de roedores para luego realizar la extracción manual de los animales.
Por otro lado, Schiavini aseveró que “los conejos están produciendo daños en toda la Península del CADIC y es imperante controlarlos para salvaguardar la infraestructura y la salud de la gente”, y en este sentido, consideró que “esperamos que la Armada y el Ejecutivo Provincial tomen el ejemplo y actúen de igual forma en otros sectores, como por ejemplo, la zona del Aeropuerto Malvinas Argentinas”.
En el medio del aislamiento poblacional por la pandemia Covid 19, en el silencio, “cuando el hombre deja de producir el disturbio de su actividad cotidiana, los animales encuentran un lugar más tranquilo para movilizarse, entonces se exponen más. Hoy podemos ver unos 50 conejos en el CADIC y si estos llegaran a la zona cordillerana del bosque fueguino serían de alto riesgo, por lo que debemos utilizar las técnicas probadas para la misma especie que se usan en otros contextos”.
“Estamos tratando con una especie ectópica -introducida-, que es un peligro latente del cual no somos conscientes”, finalizó.