El día de hoy conversamos telefónicamente desde los estudios de FM Ártika con Guillermo Vega, quien está luchando por recuperar la tenencia de su hijo. Guillermo vivió durante algunos años en Ushuaia con su ex esposa y su hijo, y el último tiempo se encontraba viviendo en Santiago del Estero con el menor de quien tenía la custodia completa.
Guillermo Vega posee la tenencia del menor desde que se separó de la madre del niño, por decisión de la justicia y de su ex esposa, quien refirió, en su momento, que el menor estaba mejor con el padre.
“A los pocos días de iniciar el divorcio recibí un mensaje de la mamá, donde me dice que el nene se encontraba bien conmigo, yo cumplía como padre, de ir a buscarlo los fines de semana, los días que podía, y bueno, la mamá se dio cuenta que el nene estaba bien y me dijo que me haga cargo de el porque yo le iba a dar un futuro, le iba a dar estudio, cosa que ella no le iba a poder dar. Entre otras cosas, nos pusimos de acuerdo y fuimos a la justicia”, comentó Guillermo Vega.
La tenencia del menor fue otorgada al padre por el plazo de un año, dado que lo habitual es que la custodia quede a cargo de la madre. Al llegar el término del plazo de un año, Vega presentó un pedido de prórroga de esa tenencia, y al no presentarse la madre del menor ante el citatorio por parte del Juez, fue el padre quien recibió la tenencia definitiva. Es por eso que Guillermo presentó una denuncia penal, desde que su ex esposa no le regresó al menor luego de pasar unos días con ella en Ushuaia, lugar donde reside, tras haber solicitado, la mamá del niño, que el menor pase unos días con ella.
“Yo tuve la inexperiencia de mandar a mi hijo, yo fui responsable, porque yo pude haber apelado y haber dicho que no, pero hable con mi hijo y él quería ver a su mamá y a sus hermanos. Estaban los papeles en orden que el nene tenía que regresar, nunca se cumplió.
A pesar de la denuncia penal, que aún no tiene sentencia, y de poseer la tenencia del menor, el niño se encuentra en manos de su madre en la ciudad de Ushuaia, sin permitir ningún tipo de contacto del pequeño con su padre.
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