La comunidad educativa de la Escuela Especial N° 1 Kayú Chénén de la ciudad de Ushuaia denunció en Ártika varias irregularidades y falencias en el edificio de la institución, las que imposibilitan que se den clases presenciales, lo cual “evidencia que nuestros alumnos son discriminados y están excluidos del sistema”.
Mariana Mart es una de las docentes de la institución, que, junto a sus compañeros, reclamó además en una carta abierta que las autoridades “no confundan a la opinión pública con mentiras, que superen su propia incapacidad para gestionar y arreglen el establecimiento para que nuestros y estudiantes puedan comenzar a concurrir presencialmente como el resto de los estudiantes de la Provincia”.
El primero de marzo del corriente año la gran mayoría de las instituciones educativas de la provincia comenzaron a transitar la bimodalidad, “excepto nuestra querida escuela que cuenta con las y los docentes, las y los estudiantes y familias ansiosos de volver a su escuela, las planificaciones y el Plan Institucional de Regreso Cuidado presentado ante el COE, pero nos falta que el edificio esté en condiciones de seguridad, salubridad e higiene”.
Los padres y docentes denuncian que desde principios de marzo, “cuando según las mentiras de los funcionarios la escuela estaba en condiciones; nos encontrábamos sin salidas de emergencias (no podían abrirse), varios baños clausurados, goteras en varias salas y el comedor, la reja perimetral caída, los patios externos con escombros, el vivero sin puerta, el taller de peluquería sin agua, los hornos que no prendían, un termotanque que no funciona y deja sin agua caliente a la cocina y una larga lista de etcéteras a las que se sumó el día jueves pasado la clausura de una caldera porque su mal funcionamiento hacía que despidiera monóxido de carbono hacia el interior, poniendo en riesgo la salud de las personas que allí se encontraban. Si bien durante estos meses han ido reparando algunas de estas cosas, aún la escuela no se encuentra en condiciones seguras para el dictado de las clases”.
Los integrantes de la comunidad educativa rechazan “las declaraciones de funcionarios que mienten por los medios diciendo que el mismo se encuentra en condiciones y dando a entender que tenemos alguna responsabilidad e intencionalidad en el no inicio de las clases presenciales”.
La docente comentó, al respecto de los desperfectos, que “desde el año pasado hasta ahora, los agentes de Infraestructura Escolar han venido a la escuela un montón de veces y han hecho muchos relevamientos, en varias oportunidades sobre las mismas falencias. Nosotros hemos, por nuestra parte, realizado notas, así que desde el Gobierno conocen cuál es el estado del edificio pero no actúan”.
Para finalizar, Mariana recalcó que muchos de los niños de la Kayú necesitan contacto uno a uno, pero “si no se realizan los arreglos, no hay cuidado para con esos alumnos” y lamentó que “todo esto evidencia que los nenes de la institución son discriminados y están excluidos del sistema”.