Conversamos telefónicamente desde los estudios de FM Ártika con Sandra Raguza, referente de los trabajadores de Ambassador Fueguino, empresa electrónica de Ushuaia que lleva veintiséis años en la ciudad más Austral.
“Nosotros, los trabajadores, a pesar de esta medida que tomó el juez, sabíamos que esta instancia era inevitable, ya atravesamos el cram down la instancia anterior y bueno, no hubo ninguna empresa que quisiera adquirir el paquete accionario, entonces nosotros ya estábamos informados de que la quiebra era inevitable”, aseveró Sandra Raguza.
Por el mes de Marzo la situación de la empresa Fueguina era delicada, encontrándose en la espera de una resolución de un Concurso Preventivo de Crisis, en instancias de salvataje (cram down), y con la esperanza de tener posibilidades de que se inscriba alguna empresa para adquirir el paquete accionario, que a la fecha esto no sucedió. Dos años atrás la empresa fue vaciada y alrededor de cincuenta y nueve trabajadores quedaron sin sus puestos de trabajo.
“Ha sido difícil, es un camino difícil, pero lo que nos ha mantenido unidos ha sido, por supuesto, un mismo objetivo que es cobrar y trabajar, el objetivo nuestro es reactivar la empresa, pero también, a pesar de la quiebra nosotros hoy estamos en condiciones de decir, o de demostrar que hemos mantenido la planta de la mejor manera posible en su perfecto estado de conservación para que llegado el momento en que estamos atravesando, las máquinas, las líneas, todas la partes, estén en muy buen estado, para que el que quiera invertir, con pocos pesos la ponga en funcionamiento”, expresó la referente de los trabajadores de Ambassador.
Dentro de esta planta de electrónica, el personal que formaba parte es altamente calificado para sus labores. Se encontraban personas trabajando desde hace tiempo, siendo el de menor antigüedad con diez años dentro de la empresa.
Durante todo este tiempo, los trabajadores de la fábrica se mantuvieron con ayudas estatales, trabajos eventuales, vendiendo comida a la intemperie o gracias al apoyo de parientes, dado que llevaban muchos meses sin cobrar sus sueldos.
Escuchá la nota completa: