Hoy, después de seis meses de lucha por parte de la comunidad educativa de la institución, la Escuela Especial N° 1, Kayú Chenén, de Ushuaia, abrió nuevamente sus puertas. “Hemos logrado el retorno de nuestros alumnos a la presencialidad con mucha satisfacción tanto en estudiantes como docentes, que ansiaban la llegada de este día”, manifestó en Ártika Ana Laura Dabove, Directora del Colegio, que es el único de educación especial de la ciudad.
La profesora especializada en educación a no videntes y disminuidos visuales, celebró que “durante este tiempo, las familias trabajaron en casa con los estudiantes en cuanto a las normas de cuidado, porque nuestros alumnos suelen acercarse, abrazarse y besarse, pero cuando llegó el momento de entrar al colegio, estaban ya listos para la sanitización, tomarse la temperatura, saludarse con el puño, es decir, mantener el distanciamiento.
Asimismo, la docente indicó que dentro de las aulas, los profesores trabajan con máscara y barbijo, y especificó que los encargados de alumnos con hipoacusia o problemas de comunicación, tienen máscaras especiales de acrílico y no usan tapabocas con el fin de que “los estudiantes tengan acceso al rostro, la lectura labial, la lengua de señas y las actitudes faciales, que son muy importantes en el proceso de la comunicación”.
“Hay alumnos que han podido sostener la educación virtual de forma continua, otros que se han ido desvinculando y solo manteniendo contacto afectivo, pero para la mayoría ha sido muy dificultoso aprender de esta forma”, aseguró Dabove, aunque estimó que “lo mismo ha pasado en el resto de los colegios, porque la presencialidad nos beneficia a todos y por suerte hoy, nosotros la pudimos concretar”.
La Kayú Chenén, funciona en tres turnos: Mañana, tarde y noche. En el último, el edificio se divide en dos alas y, en la derecha, funciona otra institución, la escuela de educación integral de Ushuaia, EDEI, que es el primer establecimiento educativo de formación laboral dentro de la modalidad especial y funciona desde 2010.
La directora agradeció el acompañamiento de “toda la gente, que nos ha enviado mensajes y ayudado para que la escuela este en condiciones, muchos se comprometieron con los arreglos y los realizaron el fin de semana e hicieron lo imposible para que hoy volviéramos a la presencialidad”
“Ahora debemos mirar hacia el futuro y esperamos que todo siga bien, con el edificio en condiciones para continuar con la presencialidad, trabajando como lo hicimos siempre, con la camiseta puesta y a bordo de un barco del que nadie se baja y todos reman juntos y para el mismo lado”, finalizó.
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