Desde FM Ártika entrevistamos a Vilma, vecina y jubilada de Ushuaia, quien expuso públicamente la dramática situación que atraviesa debido a la falta de cobertura y provisión de medicamentos por parte de la Obra Social de los Empleados Públicos (OSEF) de Tierra del Fuego. Aportante durante 33 años a la obra social, Vilma se encuentra luchando contra un cáncer de mama (por cuarta vez) y un tumor maligno de esófago, un cuadro de salud que se agrava por la interrupción de su tratamiento oncológico.
La situación de Vilma se ha vuelto desesperante al no recibir una de las medicaciones esenciales que necesita, el ácido zoledrónico, un fármaco de alto costo. La vecina relató que desde el 31 de octubre ha intentado conseguirlo sin éxito, enfrentándose a respuestas evasivas de la obra social y las farmacias. “Desde el 31 de octubre estoy solicitando uno de ellos que se llama ácido zoledrónico. Voy y vengo a la farmacia como puedo y la respuesta es que no tienen plata. Que ya ninguna farmacia les quiere dar”.
El incumplimiento de la OSEF no solo afecta la provisión de medicamentos oncológicos, sino también otros tratamientos necesarios. Vilma perdió un turno con un especialista de hombro para tratar una artrosis en el brazo izquierdo, crucial debido a que su patología oncológica de base limita las medicaciones que puede ingerir.
La entrevistada expresó su profunda indignación por el manejo de los fondos de la obra social, cuestionando el destino de los aportes que realiza mensualmente. “Si a mí me descuentan todos los meses casi 100.000 pesos, no es posible, ¿sí? ¿A dónde va la plata? ¿Por qué se debe tanto a la clínica? No tenemos un hospital, no tenemos profesionales”. Además, cuestionó la falta de acción por parte de las autoridades provinciales ante la crisis que afecta a los afiliados. “Para mí es un ladrón, lo digo con todas las palabras, porque si a nosotros nos hacen el descuento… el señor gobernador Melilla nos está robando la plata”.
Vilma también denunció que OSEF le ha retirado gradualmente otras medicaciones necesarias, como el protector gástrico, a pesar de su complejo tratamiento. A su vez, ante los fuertes dolores en la cicatriz de la mama extirpada, padece una “herida muy tirante” y solicitó en múltiples ocasiones la crema Dermaglos para mitigar el sufrimiento, que debido a su alto costo (más de 30 mil pesos) no puede adquirir. “A mí me recomendó la oncóloga Dermaglos. Es venta libre, yo lo entiendo. Pedí por nota un montón de veces a la presidencia que se hiciera una excepción. ¿Por qué? Porque es horrible los dolores que sufro en esa herida hasta abajo de la axila. Hay días que no puedo mover el brazo”.
La situación de vulnerabilidad se agrava por su situación económica. Vilma es jubilada, alquila un departamento en Ushuaia y no puede afrontar los costos de un recurso de amparo que le aconsejó un abogado para reclamar a la obra social. “Hablé con un abogado y a mí me cuesta plata pagar un recurso de amparo. Yo alquilo. Es un pequeño departamento que pago casi un millón de pesos. Y sumarle los servicios”. También relató un litigio con el Banco Francés, que le habría vaciado su caja de ahorro tras hackearle las tarjetas, imposibilitándola de acceder a préstamos o fondos de emergencia.
Ante la sugerencia de buscar ayuda legal gratuita, la vecina expresó que acudió a la Defensoría Pública, pero le informaron que su ingreso supera el tope del sueldo mínimo establecido, dejándola sin la posibilidad de obtener una representación legal sin gastos. Asimismo, consultó a Fiscalía de Estado, pero la respuesta fue por mail indicando que “no es el organismo para darle solución a mi problema”.
Vilma lamentó la constante interrupción de los tratamientos y la sensación de abandono por parte del sistema de salud provincial. La falta de provisión del ácido zoledrónico, que se administra en tres inyecciones, ya le hizo perder una dosis. “A mí me tendrían que haber inyectado ya. Ya perdí una. Ya se cortó parte del tratamiento. ¿Qué hago? ¿A usted parece que yo puedo sentirme bien?”.
En el ámbito personal, Vilma compartió que su pareja, que la acompaña en su lucha, fue despedido de su trabajo en una fábrica tras ser operado de urgencia, y no logra conseguir un nuevo empleo, por lo que la familia vive únicamente de su jubilación.
Respecto a la oncóloga que la atiende, la Dra. Baró, Vilma aclaró que su reclamo no es hacia ella, a quien le agradece el trato y la atención recibida en su historial de salud. La vecina indicó que la profesional ha sido víctima de los cortes de convenio de la obra social en el pasado, y le pidió que tome una postura más activa en defensa de los pacientes. “Yo a lo que voy es que le dije pedí una audiencia vos con Melella, porque evidentemente no se nos escucha”.
La entrevistada finalizó la comunicación con un mensaje de agradecimiento a la audiencia por la solidaridad que recibió al aire, ya que un oyente se ofreció inmediatamente a acercarle la crema Dermaglos que OSEF le negaba. “Gracias por escucharme, y gracias al resto de la gente que es solidaria y que quizás no pasó por lo mío, pero tiene empatía hacia el otro ser humano, eso es muy valioso”.
A continuación, te invitamos a escuchar el audio de la entrevista: