La Policía Provincial tuvo que intervenir luego de que un vecino de la calle Irigoyen apedreara y rompiera las ventanas de otro ciudadano tras una pelea de perros sueltos que terminó en la muerte de un caniche.
Pasado el mediodía el perro de una familia residente la calle Irigoyen N° 234 se escapó del patio cerrado de la casa y, en la calle, se peleó con un caniche -que también estaba suelto- de los vecinos de Irigoyen N° 222 y este último falleció a causa del ataque.
El dueño del caniche se enojó por la muerte del can y arrojó piedras y objetos contundentes a la vivienda N°234, causando la rotura de todos los vidrios de las ventanas de la misma.
Los transeúntes llamaron a la policía, que intervino tomando denuncias de ambas familias y convocando al lugar al personal de Zoonosis Municipal, que multó a ambas familias por tener los perros sueltos y se llevó el cadáver del caniche.