La perspectiva de género es transversal: todo lo atraviesa, y lo debe adecuar para evitar que las mujeres nos encontremos en desventaja.
No es menor la violencia online que sufrimos las mujeres, sus estragos a nivel psicoemocional, en las relaciones sociales y laborales, y de pareja, y en la constitución de la identidad.
Las redes sociales e Internet en general son un fiel espejo de la estructura cultural imperante, y a su vez, de la lucha que intenta modificarla.
Desde la Secretaría de la Mujer exhortamos a los vecinos y vecinas que dejen de circular imágenes íntimas que fueron obtenidas violando la intimidad de una mujer.
Cuando se utilizan imágenes que han sido tomadas dentro del ámbito de la privacidad y la confianza de pareja para denostar o deshonrar a la otra persona, estamos ante un hecho de violencia de género explícito.