Lo confirmó la Corte Suprema de ese país, que rechazó al demanda del actor para que el expediente pase al fuero local de San Pablo y vuelva a foja cero. En el proceso iniciado por un fiscal a raíz de la denuncia de Thelma Fardin solo faltan los alegatos y la sentencia
El Superior Tribunal de Brasil ratificó el 6 de febrero la competencia de la Justicia Federal en el proceso en el que está imputado por estupro agravado el actor Juan Darthés. La decisión implica un revés para la defensa del actor que intentaba eludir la jurisdicción federal en la causa iniciada, de oficio, en Brasil, a raíz de la denuncia de Thelma Fardín en Nicaragua. La decisión judicial respalda el avance de la causa que está en su etapa final, a la espera de los alegatos y de la sentencia.
El ministerio público brasileño comunicó a la Unidad Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), de Argentina, que el Superior Tribunal brasileño (el organismo equivalente a la Corte Suprema de Justicia de la Nación) rechazó un recurso presentado, con carácter de urgente, por el acusado y convalidó la competencia de los tribunales federales de San Pablo. El pedido de Darthés apuntaba a suspender el juicio, ya que si tenía que pasar al fuero local (en San Pablo) la causa podía volver a foja cero o corría riesgo de prescripción.
La justicia ya había decidido que el proceso debía continuar y que iba a expedirse después sobre la jurisdicción. Finalmente, lo hizo y respaldó la jurisdicción que, hasta ahora, lleva adelante el proceso. En cambio, si la defensa de Darthés obtenía el visto bueno para dejar la justicia federal y pasar al fuero local de San Pablo el juicio corría riesgo de prescripción y de tener que volver a tomar todos los testimonios de víctimas y testigos.
La justicia argentina participa del juicio, que se lleva adelante en Brasil, a través de la UFEM y la Dirección General de Cooperación Internacional del Ministerio Público Fiscal (MPF), en el marco de una solicitud de asistencia jurídica en materia penal. Los testimonios de las testigos y de la denunciante fueron tomadas en la sede porteña de la UFEM que brindó colaboración para formalizar las citaciones, recibir los testimonios y transmitirlos en directo por videoconferencia. Las audiencias también fueron presenciadas por las autoridades judiciales designadas por el Juzgado Nacional de Rogatorias interviniente en Argentina.
“El Superior Tribunal de Justicia confirmó que el juicio se siga llevando adelante en la justicia federal. El caso tiene la particularidad de involucrar a la justicia de tres países: Argentina (porque la víctima es de nacionalidad argentina y el país estuvo colaborando en el proceso), de Nicaragua (porque es el lugar donde se cometieron los hechos) y de Brasil (porque es el país donde está el imputado y es un país que no extradita a sus nacionales). La justicia federal es la competente porque el caso puede involucrar la responsabilidad internacional de Brasil frente a otro país”, informa la fiscal Mariela Labozzetta, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM).
A pesar de la circulación de fake news sobre la anulación de la causa o la desestimación en los tribunales, en realidad, la justicia brasileña acaba de fortalecer el proceso en el que se juzga a Juan Darthés. “¿Le crees a Thelma o no le crees?”, le preguntó el periodista Esteban Trebucq, en el programa “La Cruel Realidad”, de A24, a la diputada santafesina Amalia Granata. “Yo no le tengo que creer, le tiene que creer la justicia que desestimó la causa” contestó Granata.
La información es falsa. La causa no solo no está desestimada, sino que avanza a pesar de los intentos procesales de obstaculizar el proceso. La justicia brasileña respaldó el fuero federal ya que se trata de una causa con cooperación internacional de tres ministerios públicos fiscales (Brasil, Argentina y Nicaragua) y ratificó que tiene que afianzarse el proceso hasta la sentencia.
El Superior Tribunal brasileño rechazó el recurso presentado por Darthés y convalidó la competencia de los tribunales federales de San Pablo. El 6 de abril del 2021 el fiscal de la República de Brasil adscripto al Estado de San Pablo, denunció al actor argentino por estupro agravado. El 16 de abril del 2021 la justicia federal aceptó la acusación del fiscal. Thelma Fardin realizó la denuncia en Nicaragua, pero no en Brasil, donde la inició el fiscal de oficio, con la intención que el país sudámericano no se convierta en sinónimo de impunidad en materia de delitos sexuales.
En un principio, Thelma Fardin no fue querellante, sino testigo principal. Después, por las desigualdades en el proceso entre la defensa y ella (por ejemplo de escuchar los otros testimonios en el juicio y otras inequidades procesales) se convirtió en querellante con el equipo de abogados conformado por Martín Arias Duval (Argentina), Carla de Andrade Junqueira (Brasil) y Eilyn Cruz Rojas (Nicaragua).
El 4 de diciembre del 2018 Thelma Fardin realizó la denuncia en Nicaragua en donde el actor fue imputado por violación agravada (por su rol jerárquico en la serie de Canal 13 y por la diferencia de edad de 29 años, casi tres décadas, entre él y la actríz que, en ese momento, era menor de edad), pero nunca se presentó a los tribunales. En Brasil la causa se inició de oficio y el 30 de noviembre del 2021 comenzó el proceso en la justicia federal.
El juicio se inició con con la declaración de testigos y, el 1 de diciembre, con la declaración de Thelma Fardin durante cuatro horas, con preguntas que apuntaban a responsabilizarla por la denuncia de abuso sexual, cuando ella tenía 16 años y Darthés 45 y estaban de gira con la obra “Patito Feo”, en 2009. El 20 de octubre del 2022 declaró Juan Darthés, quien se negó a contestar preguntas.
La defensa de Darthés intentaba que el juicio vuelva a foja cero y que tenga que comenzar de nuevo. Eso implicaba una enorme revictimización para Thelma Fardin y las otras personas que declararon como testigos, especialmente, las mujeres que relataron situaciones sufridas durante la grabación de novelas con el actor como Anita Co y Dignity (Calu Rivero). El proceso judicial ya lleva cuatro años y se acerca, con esta decisión, a la hora de la sentencia.
“En la búsqueda de justicia, Thelma ha tenido que enfrentar innumerables desafíos, en el marco de un proceso judicial revictimizante. Este caso testigo pone en evidencia las barreras en el acceso a la justicia que enfrentan mujeres víctimas de violencia sexual”, sostienen desde Amnistía Internacional, la organización a como caso emblemático de la búsqueda de justicia y la transnacionalización de la violencia sexual en la causa de Thelma Fardin.
En Argentina, solo el 15,5% de denuncias por delitos contra la integridad sexual llega a sentencias condenatorias, según datos de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM). “Este patrón se reitera en otros países de la región. En Chile y Ecuador menos del 4% de las denuncias llegan a condena y en Guatemala y Brasil, la tasa de condena por violación sexual es solo del 1%.”, ratifica Amnistía Internacional.
En el juicio de de Thelma no solo se pone en juega la posibilidad de justicia, sino de poder denunciar. Y, aún más, de poder hablar. Darthés enjuiciaba a las mujeres que hacían declaraciones de incomodidad en el ámbito laboral y ocupaba espacios en los medios de comunicación con carácter “protector” y “paternal”, según se describía, en Canal 13, por su personaje en la novela “Simona”. Si Thelma no iniciaba la demanda judicial (en Nicaragua) se veía obligada a callar o a ser enjuiciada. Por eso, el proceso define también si las mujeres tienen derecho a hablar, a ser escuchadas, a recibir justicia, a reparar el dolor y a rehacer su vida.
El actor argentino inició dos juicios contra Dignity (Calu Rivero) y Anita Co por sus declaraciones en los medios de comunicación y dijo que quería que intervenga la justicia. Pero, en esos casos, se tenía que resolver el daño contra él y no las situaciones de acoso, incomodidad o abuso. La causa de Thelma Fardín solo podía ser iniciada en Nicaragua (la jurisdicción de la violación agravada, según la calificación de la causa en el país que fue la última parada de la gira de “Patito Feo”, por Centroamérica), pero el actor dijo que no confiaba en la justicia nicaragüense.
Darthés se negó a ir a Nicaragua. Tampoco volvió a Argentina porque podría haber sido extraditado a ese país. Tiene una orden de captura de Interpol. Podría haber salido, pero sabe que probablemente sea detenido si cruza la frontera. En Brasil un fiscal inicio, de oficio, la causa y la justicia la aceptó. En el país vecino no extraditan a sus ciudadanos. Por eso, el delito iba a quedar impune si el acusado no se presentaba voluntariamente o no era detenido fuera de territorio brasileño. Pero un fiscal decidió que la causa no termine muerta e inició un proceso.
La causa fue promovida de oficio por un fiscal y aceptada por un magistrado brasileño. Darthés decía que quería estar a disposición de la justicia. Pero no le gustó tampoco la jurisdicción brasileña y pidió que no se lleve adelante el proceso en el fuero federal. En Argentina se puede discutir a quién le toca juzgar (a nivel nacional o provincial) hasta que empieza el proceso, pero después ya no se puede ir para atrás.
En Brasil, en cambio, el juicio estaba empezado y la defensa pidió que el juicio no sea juzgado a nivel federal, sino en San Pablo. No es solo una cuestión de lugar, sino de palos en las ruedas. Y de que la rueda gire en torno a temas de forma y no de fondo con el riesgo que pueda prescribir (con un sistema diferente al de Argentina en donde una vez iniciada la acción no se puede dar por prescripto el delito) y que la cause naufrague por dilaciones procesales de parte de la defensa del imputado.
El respaldo de la justicia del país vecino al proceso es todavía más fuerte ya que la defensa del actor incorporó a uno de los abogados más influyentes, mediáticos y onerosos de Brasil. Se llama Antônio Carlos de Almeida Castro, Kakay y en la prensa lo llaman “abogado de famosos”. Defendió a actrices, banqueros y políticos implicados en casos de corrupción. “La defensa de Darthés ha intentado, en los últimos tres años, postergar el juicio para provocar la prescripción del delito”, publicaron en “Metrópoles”. A pesar del peso de Kakay, la justicia brasileña reafirmó el camino del proceso.
La fiscal Mariela Labozzetta describe: “Es un caso que tiene como objeto la violación de los derechos de una mujer cuando era niña y hay tratados internacionales que reconocen, de manera especial, este problema como un fenómeno extendido, generalizado y sistemático”, enfatiza. En ese marco, también la fiscal contextualiza: “La decisión del Tribunal Superior responde a que la violencia sexual es una manifestación de la violencia contra las mujeres especialmente protegida. Pero además elimina el riesgo de que la causa vaya a la justicia estadual y que vuelva a comenzar el juicio, ya que eso tendría una repercusión muy negativa con una enorme revictimización para Thelma Fardin en un proceso que fue extenso y con instancias en distintospaíses, con una declaración de muchas horas y una exposición muy fuerte”.