Luego de varios meses de obras sobre la calle Fuegia Basket de la ciudad de Ushuaia, ya se está entrando en la recta final.
Así lo explicó a Ártika el Jefe de Gabinete Municipal, Oscar Souto, quien comentó que en breves comenzará la pavimentación de la calle y luego solo restará aguardar el proceso de fraguado.
Los vecinos del sector se habían comunicado con nuestro portal ya que tenían miedo de que el receso de verano dilatara más el plazo de obra, que ya lleva unos cuatro meses. En este sentido, Souto hechó un paño frío a la situación explicando que, como mucho, para febrero la calle estará lista.
La señora Miriam, dueña del Kiosko Peperina, ubicado al 757 de Fuegia Basket, nos relató que entre los vecinos se comenta que sólo se cambiaron los caños de gas a la altura de Tolhuin. Sin embargo, comenta que donde vive ella “no han cambiado caños pluviales ni de otro tipo”. Además denuncia que hace días que nadie va a la obra, por lo que todavía faltaría rellenar para tirar el pavimento.
Por su parte, el Jefe de Gabinete contó que cuando se realizó el fresado y sacado del cemento que había en la calle antes de la obra, se encontraron con “caños pluviales rotos, así como también de gas, que hubo que arreglar para luego poner una base con el fin de pavimentar luego” y es por eso que se habrían atrasado, según Souto, los trabajos.
Souto además se refirió a la ordenanza que excenta a los locales comerciales emplazados sobre Fuegia Basket de pagar impuestos durante los meses de duración de la obra, lo cual para Miriam es “un chiste”, ya que según nos relató ella paga de impuestos menos de cuatro mil pesos por mes, lo cual “no es un resarcimiento para la gigante pérdida que ha habido” y resaltó que ella sufrió una baja del 80% de sus ventas mensuales.
Mientras tanto, en la República del Pipo
El municipio llamo a licitación para pavimentar la calle La Estancia, del barrio Pipo de la ciudad de Ushuaia, en toda su extensión y también las calles aledañas a los colegios de la zona, según explicó hacen instantes Souto a Ártika.
Adiós tierra, no hay mal que dure cien años!.