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sábado, abril 27, 2024
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Cómo es el plan para lanzar desde el sur bonaerense dos satélites en cohete al espacio

  • Está previsto para 2027 y quieren usarlos para obtener información ambiental.

Argentina podría lograr un hito histórico en 2027. La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) lleva adelante un ambicioso proyecto para poner en orbita dos nuevos satélites de fabricación nacional; transportarlos con un cohete argentino y lanzarlos desde una plataforma aeroespacial ubicada en el sur de la provincia de Buenos Aires. De esta forma, el país de los gauchos y el fútbol conseguiría, por primera vez en su historia, autonomía completa en su camino hacia la exploración del espacio.

Sería un avance gigantesco en pocos años. El país cuenta actualmente con dos satélites en órbita, que componen la constelación SAOCOM 1. Son dos satélites gemelos monolíticos que funcionan independientemente. La nueva generación, en cambio, está basada en un cambio conceptual radical. Que a diferencia de sus antecesores, trabajan en grupo y de forma coordinada.

Josefina Pérès, gerenta de Proyectos Satelitales de la CONAE, explica que estos son satélites más pequeños, de menor costo, que tienen la ventaja de poder ser fabricados en serie. “Es una arquitectura segmentada donde dividimos la capacidad en varios satélites, los cuales colaboran entre sí”. Detalla que “los servicios y los instrumentos pueden estar distribuidos en varias unidades. Uno puede tener la memoria y otro transferirle datos”.

Así se consigue reducir el tamaño del aparato que significa achicar el número de instrumentos que van a tener. Lo que implica que “deberán comunicarse entre sí. Entenderse. Para eso tienen que volar muy cerca uno del otro. No sólo por un tema de comunicación sino también para poder captar imágenes de una forma más integral”, agrega Pérès.

Entre las tecnologías a incorporar se encuentran la inteligencia artificial tanto en tierra como a bordo y la capacidad de vuelo en formación, cuyo primer modelo se va a validar con la misión de demostración tecnológica ALOFT.

Los satélites son más pequeños y de menor costo.Los satélites son más pequeños y de menor costo.

La Arquitectura Segmentada permite abarcar una diversidad de misiones. “Por ejemplo, podríamos repartir las memorias de una misión en dos satélites, ubicando la memoria redundante (cuando se repite una pieza para que funcione en el caso de que falle la primera) en un segundo segmento, y desarrollar la capacidad para que se comuniquen entre ellos. También podríamos tener dos instrumentos en diferentes segmentos que vuelan cerca y cuentan con una geometría de visión similar, para captar imágenes desde diferentes ángulos en momentos precisos”, detalló Pérès.

También permite incrementar las capacidades de un sistema que ya está en órbita, agregando segmentos que mejoren sus prestaciones. Esto podría lograrse, por ejemplo, sumando capacidades de captación a un satélite operativo, lanzando otro para que vuele cerca con una nueva memoria y una mayor capacidad de procesamiento, y que se puedan comunicar entre sí en el espacio para transferir los datos de un satélite a otro.

Este nuevo sistema permite el desarrollo de satélites de una forma constante, con menor costo y mayor agilidad. Permite la capacidad de reemplazo rápido de los satélites, con mayor rapidez de ejecución y la posibilidad de probar tecnologías en vuelo. “Esto es fundamental porque implica una constante mejora y actualización en la tecnología”, dijo Pérès.

Cohetes argentinos

Tener autonomía de lanzamiento es fundamental para llevar adelante este plan a largo plazo. Por eso, Argentina está desarrollando el proyecto Tronador II. Son tres vehículos (Tronador II-70, Tronador II-150 y Tronador II-250). El Tronador II-70 será el primero pero será de prueba, no pondrá satélites en órbita. Luego seguirá Tronador II-150.

El lanzamiento está planificado para el 2027.El lanzamiento está planificado para el 2027.

El primer Tronador II-70, se lanzará en el 2026 desde la base espacial que Argentina tiene en Punta Indio, provincia de Buenos Aires, a unos 20 kilómetros de Pipinas, un pueblo en donde hay una base de lanzamiento para vehículos pequeños experimentales. Con este evento, Argentina probará el motor de la segunda etapa del cohete Tronador II-250. Luego, cuando lance el Tronador II-150, probará uno de los tres motores de la primera etapa del Tronador II-250.

“Esta filosofía de confiabilidad del sistema y de capacidad de reemplazo rápido requiere tener autonomía para lanzar”, sostuvo la ingeniera.

¿Cuál será su misión?

Estos satélites pequeños podrán usarse para distintas tareas. Entre ellas, el estudio del suelo, el oleaje y también el análisis ambiental. Podrán transportar instrumentos ópticos, térmicos o de radar, o también contar con diferentes tipos de instrumentos que se complementen entre sí.

Estos satélites tienen la capacidad de comunicarse entre sí.Estos satélites tienen la capacidad de comunicarse entre sí.

El primer lanzamiento de la serie SARE, previsto para 2027, estará orientado a validar la plataforma de servicios y probar un instrumento, que a la vez será un prototipo reducido de la electrónica central del radar de apertura sintética (SAR) del SAOCOM 2, para medir la altura de olas, por ejemplo.

Adicionalmente este primer satélite incluirá un instrumento denominado AIS (Sistema de Identificación Automática), que se ocupa de identificar los barcos de pesca que son colaborativos. Se prevé que todos los satélites de la serie SARE tengan un sistema de este tipo. Además, el primer satélite de la serie SARE llevará a bordo un Sensor del Sistema de Navegación Global (GNSSR, por sus siglas Global Navigation System Sensor), que funciona de manera similar a un radar, con el cual podríamos determinar la velocidad de viento en el océano y la humedad de suelo, entre otras aplicaciones”, indicó Laura Frulla, gerenta de Observación de la Tierra de la CONAE.

En una segunda etapa, planificada para el 2028, es lanzar nuevos satélites que realicen monitoreo ambiental en la tierra y en el agua, incluyendo el seguimiento de incendios en todas sus fases (alerta, durante el incendio, impacto y recuperación).

“Este satélite SARE será de suma utilidad no sólo para algo tan necesario como la gestión del fuego, sino que además se podrá obtener información sobre el océano, con datos de gran contribución, por ejemplo, para la producción pesquera”, dijo Frulla.

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