Un estudio realizado por científicos ingleses y otro efectuado por expertos irlandeses analizó los comportamientos que tuvieron lugar hace millones de años y los vincularon con la actual situación mundial. Qué detectaron y por qué están en alerta
El cambio climático es una realidad y los incendios forestales cada vez son más frecuentes. Sin embargo, los científicos pusieron la lupa un posible efecto extra: el colapso en los ecosistemas. Según una investigación realizada por científicos de la Universidad de East Anglia (UEA), en el Reino Unido, a medida que aumenta la temperatura del planeta, los siniestros en los bosques se incrementarán. En tanto expertos del University College Cork (UCC), en Irlanda, y el Museo Sueco de Historia Natural analizaron la extinción masiva ocurrida a finales del Pérmico y pusieron a los incendios forestales como los responsables de provocar el colapso de ecosistemas completos.
Ya sean unos u otros investigadores, el cambio climático y los incendios forestales ya se encuentran en el centro de la escena científica por las consecuencias que se pueden avizorar, no solo en la actualidad, sino también a largo plazo. Ya que, mientras unos relacionan ambas situaciones, otros suman a los colapsos de ecosistemas durante la extinción masiva ocurrida hace 252 millones de años.
Según el trabajo realizado por los expertos de East Anglia, gracias al cambio climático antropogénico, el riesgo de que se desaten incendios forestales crece a medida que aumenta la temperatura del planeta, por lo cual instaron a la población y los líderes mundiales a “desempeñar un papel fundamental en la regulación” de estos impactos.
“Las condiciones cálidas y secas que conducen a los incendios forestales están aumentando con el cambio climático, lo que aumenta el riesgo de grandes incendios forestales al hacer que los paisajes sean más susceptibles a quemarse con mayor frecuencia y severidad. Se prevé que los impactos del cambio climático en el riesgo de incendios aumenten en el futuro, y cada grado adicional traerá consigo un mayor riesgo”, afirmaron los expertos mediante un comunicado.
En ese sentido, tras analizar 500 trabajos anteriores de investigación, aseguraron que los modelos climáticos sugieren que en algunas regiones del mundo, como son el Mediterráneo y la Amazonía, “la frecuencia de las condiciones climáticas de incendios en el período moderno no tiene precedentes en comparación con el clima histórico reciente, debido a que el calentamiento global inducido por el hombre se encuentra en torno al 1,1 grados centígrados”. Asimismo, señalaron que si el aumento de la temperatura del planeta alcanza los 2 a 3 grados centígrados, esta realidad será palpable en todas las regiones del mundo.
Asimismo, según el estudio publicado en la revista Reviews of Geophysics, que contó con la participación de científicos de dicha casa de altos estudios y colegas de las universidades de Swansea y Exeter, además de expertos de distintas instituciones del Reino Unido, Australia, Estados Unidos, Alemania, España y el Países Bajos; la relación entre la propensión de los incendios (pasados, presentes y futuros) sumada a “una variedad de controles sobre la actividad de los incendios, incluido el clima, pero también la actividad humana, el uso de la tierra y el cambio en la productividad en la vegetación, tienen un impacto importante en la ignición y propagación de los incendios forestales”.
“Los incendios forestales pueden tener impactos perjudiciales masivos en la sociedad, la economía, la salud humana y los medios de subsistencia, la biodiversidad y el almacenamiento de carbono. Estos impactos generalmente se magnifican en el caso de incendios forestales”, explicó Matthew Jones, autor principal del estudio y miembro del Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático de la UEA.
Al tiempo que aseguró que “aclarar el vínculo entre las tendencias de incendios forestales y el cambio climático es fundamental para comprender las amenazas en climas futuros. Las sociedades pueden impulsar o contrarrestar los crecientes riesgos y las acciones y políticas regionales ciertamente pueden ser importantes para prevenirlos o reducir su gravedad”.
En ese tono, el experto destacó que, si esto no se alcanza, “en última instancia, lucharemos contra la marea de riesgos de incendios en aumento, a medida que el mundo se calienta aún más. Redoblar los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento a menos de 2 grados centígrados es lo más efectivo que podemos hacer para evitar lo peor”. Por otro lado, los expertos advirtieron que “reducir las igniciones no deseadas o utilizar la extinción de incendios para sofocar los incendios forestales puede tener consecuencias no deseadas en regiones donde el fuego es un componente natural”.
Además, los expertos detectaron que “la duración de la temporada anual de incendios aumentó, a nivel mundial, en 14 días por año (27 %) durante 1979–2019 y la frecuencia de días con incendios extremos ha aumentado en 10 días, en promedio, por año (54 %) durante el mismo periodo”. “A pesar de que las condiciones climáticas que promueven los incendios forestales ya han aumentado en casi todas las regiones del mundo y continuarán haciéndolo, los factores humanos todavía median”, afirmó la doctora Cristina Santín, coautora del estudio y miembro de la Universidad de Swansea
“Esperamos que esta investigación ayude a resolver los puntos de vista arraigados y conflictivos sobre el cambio climático frente a la gestión de la tierra como la causa principal de estos incendios catastróficos”, agregó la además integrante del Consejo Nacional de Investigación de España.
Extinción masiva: ¿los incendios forestales fueron los responsables de los colapsos de ecosistemas?
Por otro lado, científicos del Colegio Universitario de Cork (UCC), en Irlanda, y el Museo Sueco de Historia Natural evaluaron los acontecimientos que tuvieron lugar durante la extinción masiva de finales del Pérmico (hace 252 millones de años), por la cual desparecieron casi todas las especies de la Tierra gracias a colapsos de ecosistemas completos.
Según la investigación publicada en la revista PALAIOS, los expertos detectaron “un fuerte aumento en la actividad de los incendios forestales debido a la más devastadora de las extinciones masivas”. “Promovido por las rápidas emisiones de gases de efecto invernadero de los volcanes, el calentamiento y la sequía extrema se provocaron incendios forestales en vastas regiones que antes estaban permanentemente húmedas. En lugar de capturar carbono de la atmósfera, estos humedales se convirtieron en fuentes importantes de carbono atmosférico, lo que aumentó la fuerte tendencia al calentamiento”, explicaron los científicos en un comunicado.
“Al estudiar los registros de plantas fósiles y carbón vegetal de las cuencas de Sydney y Bowen, en el este de Australia, y la Antártida (Lambert Graben), los investigadores descubrieron que los humedales fueron perturbados regularmente por incendios que condujeron al evento de extinción”, afirmaron en el comunicado, al tiempo que aclararon que, pese a que las plantas habían desarrollado una variedad de mecanismos para enfrentar al fuego, el severo cambio climático, junto a un pico de incendios durante la extinción habrían provocado que, incluso a estas plantas, no puedan recuperarse durante millones de años.
Chris Mays, profesor de paleontología en el University College Cork (UCC) y autor principal del estudio, afirmó: “Examinando los registros de plantas fósiles del este de Australia y la Antártida, encontramos una gran abundancia de plantas quemadas o carbonizadas a lo largo del Período Pérmico tardío (…) lo que indica un aumento importante de los incendios forestales, pero de corta duración”.
El calentamiento global empuja a la tierra a una extinción masiva similar
Sobre estos datos, los científicos advirtieron que, en la actualidad, los incendios forestales ya provocaron “muertes masivas de animales impactantes en varias regiones del mundo”, mientras que el aumento de la temperatura provoca sequías prolongadas y un incremento de los incendios forestales en hábitats típicamente húmedos. “El potencial de los incendios forestales como impulsor directo de la extinción durante los eventos hipertérmicos, en lugar de un síntoma de los cambios climáticos, merece un examen más detallado”, concluyó Mays.