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Las prepagas empezaron a enviar cartas que avisan de nuevos aumentos para abril.
Las prepagas ya están enviando mails a sus afiliados con los aumentos de las cuotas de abril, que arrancan en un 16%, como anunció Medicus. Si el resto le sigue el ritmo será el cuarto aumento consecutivo, con una suba acumulada de 160% en cuatro meses.
Los jubilados son el grupo visiblemente más golpeado y más activo en contra de este encarecimiento de la medicina privada. Así, crece la catarata de amparos presentados por adultos mayores que no pueden afrontar el costo de mantener activa su credencial de afiliados y ya son al menos 7 los fallos judiciales que les otorgaron medidas cautelares para frenar esas facturas actualizadas.
Sólo en la Justicia Federal de San Martín, pionera en Provincia en dar lugar a este reclamo, Clarín confirmó que están por presentarse y sortearse otras 12 medidas cautelares por parte jubilados. En este contexto, el Gobierno nacional empezó a marcar su postura ante este malestar sensible en la sociedad.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación defienden, incluso tratándose de afiliados jubilados, la libertad de las prepagas de decidir sus aumentos sin previa autorización de la Supeintendencia de Servicios de Salud, instancia que eliminó el DNU del presidente Javier Milei.
La justificación es que no sólo el mercado, libre, hará lo suyo en la rienda suelta de la competencia por clientes, sino que el Estado sostendrá de una manera eficiente a los jubilados que eventualmente se caigan del sistema de salud privado.
“En esta nueva etapa se generaron los marcos para una mayor y mejor competitividad con el objetivo de mejorar la calidad de las prestaciones tanto desde el sector privado como en el sector público, redefiniendo las competencias de los Estados nacionales y provinciales, y haciendo más eficiente la gestión del PAMI, volcando todos sus recursos a mejorar sus prestaciones en beneficio de los jubilados”, dijeron fuentes de Salud.
En medio del malestar de los jubilados afiliados, resaltan que hay un diagnóstico que no se puede desconocer y que viene desde hace más de 30 años, con problemas de financiamiento y funcionamiento, “donde el sistema de salud público no ha venido brindando un buen servicio lo que provocó que los jubilados que pudieron hacerlo se volcaran a las prepagas en busca de una mejor atención”.
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PS
