Como todos los viernes, nos contactamos telefónicamente con el Dr. Omar Ayrad, quien en su columna semanal nos habla de salud y nos brinda consejos para mejorar nuestro día a día.
Pocos días atrás, estábamos recibiendo este nuevo año, este 2023, y si se trata de festejos, algo que no falta es el exceso en las comidas y el exceso en el alcohol.
De hecho, generalmente el consumo de alcohol se asocia a celebraciones o buenos momentos en familia y con amigos. Pero además del hecho que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera al alcohol como una sustancia adictiva, que puede provocar serios riesgos para la salud, muchas veces los riesgos están relacionados con las consecuencias directas de su consumo, como por ejemplo la relación con los demás, o incluso provocando accidentes que pueden envolver a terceros.
El Dr. Omar Ayrad habla sobre este tema en propia persona: “Me hace mal el alcohol, fue una bendición de Dios. Yo tomo vino espumante, pero estamos hablando de media copita, chau! Lo primero que se me ablanda es la musculatura. Empiezo a sentir los músculos de los hombros que se ablandan, como que me falta fuerza. Y eso fue siempre. Eso fue lo que me alejó de la bebida alcohólica”
Dios me puso eso, para que le enseñara a la gente
El Dr. Ayrad manifiesta que el consumo de alcohol es una trampa muy tóxica. El primer efecto notable en una persona que ha consumido bebidas alcohólicas, ya sean fermentadas o destiladas en exceso, es la desinhibición: “Todos nosotros estamos trabados, por estar en este sistema de campo de concentración psicológico, bueno, ahora físico, que de a poquito nos fueron trabando. Entonces, cuando consumo un poco de alcohol me desinhibo y me siento bien. Charlo con mis amigos, me río, me siento como que me sacaron las cadenas. Se me van los problemas. Eso es una trampa que nos hicimos nosotros mismos históricamente”
En líneas generales, el alcohol ingerido en una bebida puede permanecer en el organismo hasta 18 horas. Habitualmente los efectos que se manifiestan, en orden de aparición son los siguientes: desinhibición, euforia, relajación, aumento de la sociabilidad, dificultad para hablar, dificultad para asociar ideas, descoordinación motora y finalmente, intoxicación aguda.
El consumo de alcohol es una bomba de tiempo
El Dr. Ayrad nos indica que: “El alcohol de cualquier tipo tiene acetaldehído y etanol, que es la famosa resaca, y es cancerígena número dos. Por un lado, hablemos el diablo, dijo: tomen alcohol chicos, tomen, miren que bien se van a sentir, pero sin que nosotros supiéramos, nos va lesionando el hígado, el páncreas, el cerebro, y al mismo tiempo nos hace correr un riesgo de desarrollar un tumor maligno”.
Todo esto se puede ir cambiando en el tiempo, se pueden utilizar ciertas sustancias que generen la misma sensación
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