Nos encontramos en los estudios de FM Ártika con Pedro Zeballes quien fue empleado del Concejo Deliberante en la ciudad de Ushuaia, y sufrió de persecución y maltrato laboral al negarse a formar parte de un gremio.
En estos momentos se encuentra en planta permanente, adscrito en la legislatura, por los inconvenientes laborales que ha tenido que pasar.
“Yo entré en el 1993 en el Concejo Deliberante, estaba en Mesa de Entradas, yo estuve en distintos puestos dentro del Concejo, yo entre como mozo y después fui haciendo la carrera administrativa, pase a Mesa de Entradas, después pase a archivo, de archivo pase a contaduría, donde yo pedía los pagos, y después fui responsable de recursos humanos y por último pase a Mesa de Entradas nuevamente”, explico Pedro Zeballes.
Pedro Zeballes fue demandado por razones laborales desde el Concejo, indicando que el mismo no se presentaba a trabajar o que cuando iba al lugar de trabajo no cumplía con las obligaciones de su labor. Todo comenzó cuando personas, que en ese momento formaban parte del Concejo, armaron un gremio llamado Sindicato APELA, y a quienes se negaban a formar parte de este gremio los perseguían y maltrataban laboralmente.
“Yo había salido de vacaciones, cuando volví de vacaciones, estoy hablando del año 2022, lo primero que me dijeron es: te tenés que notificar, y por supuesto, cuando leo me notifico en disconformidad“, comentó Pedro Zeballes.
“No está reconocido ese gremio”
El acoso laboral hace referencia tanto a la acción de un hostigador u hostigadores conducente a producir miedo, terror, desprecio o desánimo en el trabajador afectado hacia su trabajo, como el efecto o la enfermedad que produce en el trabajador.
“También me sacaron lo que es el agrupamiento y me querían bajar de categoría, cuando la categoría ellos mismos me la habían dado hacía prácticamente cuatro meses” indicó Pedro Zeballes.
Lo que se pretende con el hostigamiento, intimidación o perturbación laboral, es el abandono del trabajo por parte de la víctima o víctimas, la cual es considerada por sus agresores como una molestia o amenaza para sus intereses personales, o bien el sometimiento completo del trabajador hacia las constantes e inagotables demandas de su jefe, incluso fuera de su horario laboral.
“El señor presidente Pino, en una mesa donde estábamos todos reunidos, nosotros los que teníamos, de alguna forma para ellos problemas, con el gremio Apel, el Concejal Pino dijo: a vos te voy a hacer una denuncia penal, por mi persona, lo cual yo le dije, hágala Señor Presidente, está en todo su derecho y es la obligación que tiene”, recordó Pedro Zeballes.
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