Era tucumana y escribía poemas. Familiares y amigos ya se habían resignado en su búsqueda, pero el martes 24 de enero un grupo de turistas que escalaba el cerro Mercedario divisó un cadáver que podría ser el de la joven desaparecida en marzo de 1981. Hoy, en Tucumán, se extrajo la prueba de ADN de su padre para cotejar en los próximos días
Si bien restan las pruebas de ADN correspondientes para terminar de identificar el cuerpo hallado el martes de la semana pasada en lo alto del cerro Mercedario, en la provincia de San Juan, todos los indicios apuntan a que sería Marta Emilia Altamirano, una andinista tucumana que murió el 27 de marzo de 1981 cuando sufrió un accidente en pleno ascenso. Sus restos nunca pudieron ser rescatados hasta que un grupo de andinistas integrado por argentinos y norteamericanos lo visualizaron cuando recorrían la cara sur de la montaña de 6.720 metros sobre el nivel del mar (msnm), y ahora sus familiares están expectantes por los resultados que arrojarán los estudios de rigor.
Tan destacada escritora de poemas como amante de las montañas, Marta, apodada “Paty”, tenía 20 años cuando emprendió su viaje a tierras sanjuaninas junto a su hermana Corina y a Sergio Bossini, un reconocido andinista italiano y un recordado precursor del montañismo. De acuerdo a lo que figura en las crónicas periodísticas de la época obtenidas por diario Huarpe, los tres andinistas llegaron al cerro Mercedario el lunes 23 de marzo de 1981.
Cinco días después, las hermanas Altamirano y Bossini decidieron tomarse un descanso tras una jornada intensa de subida e instalaron un campamento para pasar la noche sobre el hielo, a unos 5.000 msnm. Pero de un momento a otro, la tragedia se hizo presente: “Paty” se apartó un poco de sus compañeros de travesía para recorrer la zona donde estaban parando, pisó en falso, se resbaló y cayó en medio de una grieta.
Los intentos de Corina y Sergio por rescatarla fueron en vano. Según los testimonios de ellos mismos en aquel entonces, la vieron fallecida en una grieta del Glaciar del Caballito, no pudieron sacar el cuerpo del pozo y el domingo 29 de marzo debieron iniciar el descenso de la montaña.
Pese a los reiterados intentos por rescatar el cuerpo de “Paty”, que quedó atrapado en las nieves eternas del Mercedario, nunca se pudo lograr el objetivo y tanto familiares como amigos ya se habían resignado. Sin embargo, pasaron más de cuatro décadas y todo indicaría que los restos de la joven andinista tucumana finalmente fueron rescatados el último sábado, gracias a la expedición integrada por el grupo Geras, policías, gendarmes y miembros de la Unidad Fiscal de Investigación (UFI).
A pesar de que en un principio se estimó que los restos eran del andinista alemán Andreas Colli, quien desapareció en 2002, este lunes desde la UFI confirmaron que se trataba de una mujer, y solo una había desaparecido en la altura del Mercedario. En este sentido, el fiscal de la UFI de Delitos Especiales a cargo de la investigación, Iván Grassi, informó a Tiempo de San Juan que ante la posibilidad de que sea el cuerpo de Altamirano, “se están manteniendo comunicaciones desde el día 30 de enero con su familiares (hermanos) a los fines de recibirlos y proceder a hacer el reconocimiento por parte de estos de algunos elementos y/o prendas recuperados del cuerpo”.
Frente a esta hipótesis, Corina, la hermana de la presunta escaladora fallecida habló en exclusiva con el noticiero “Telesol Diario” (Canal 5 de San Juan) y contó que escalar el cerro Mercedario era una meta que se habían propuesto con “Paty”. “El andinismo es encontrarse con uno mismo y estar a solas con tus fortaleza y fuerza de voluntad puesta al servicio de llevar a cabo esto de escalar un cerro, pero no con un impulso de exigencia vacía, sino de una pasión que es un modo de vida”, explicó la mujer de 60 años.
La elección del Mercedario no fue al azar. Como las hermanas Altamirano ya habían escalado los cerros más altos de Tucumán, optaron por viajar a San Juan para seguir adquiriendo experiencia en el andinismo. “Teníamos mucha necesidad de ir al Mercedario y después al Aconcagua. Son pasos que se van dando paulatinamente en la medida que se va creciendo como deportista”, justificó Corina durante su relato.
A continuación, la hermana de “Paty” precisó que estudiaron las rutas y que fueron acompañadas por un amigo que era profesional. Pero un inesperado accidente cambió todo lo planificado. “Lo que ocurrió con ella fue un accidente como cualquier otro en la montaña”, precisó. Y completó: “No fue negligencia, ni tampoco nos perdimos, fue todo llevado a cabo con mucha responsabilidad”.
Quién era Marta “Paty” Altamirano
Durante otra de las entrevistas concedidas a medios sanjuaninos y tucumanos a lo largo de esta semana, Corina recordó a su querida “Paty” con afecto y nostalgia. “Tenía 20 años; era una joven llena de vida, apasionada y amaba las montañas”, le contó a La Gaceta de Tucumán.
Además de compartir el amor por la montaña con su hermana Corina, “Paty” también era una destacada escritora de poemas. Uno de ellos, dedicado a la naturaleza y la vida, fue compartido por la familia Altamirano a diario Huarpe y muestra la pasión de la joven por la escritura. “Gracias Dios mío porque siempre estás conmigo, porque siempre te presiento a mi lado. Gracias por dar visión profunda mis ojos para que se maravillen con tus obras”, comienza el mensaje.
“Gracias por los cerros que hacen estallar mi alma de gozo y dejan exhalar de mis labios suspiros de admiración”, continuó “Paty”, en un evidente agradecimiento a Dios por la existencia de los cerros. Por último, concluyó con una reverencia a Dios por el mundo y la “dicha” de estar vida: “Gracias por los sufrimientos que me hacen comprender a los demás. Gracias por los seres que me rodean y por las flores de mi jardín. Gracias por el mundo y gracias por darme la dicha de habitar en él”.
Cómo continúa la investigación
Frente a las altas posibilidades de que el cuerpo hallado bajo la nieve del cerro Mercedario coincida con el de Martha Altamirano, el fiscal Grassi brindó una conferencia de prensa an la que confirmó que el resultado de la prueba de ADN que se le realizó hoy al padre de la joven andinista en la provincia de Tucumán será el que determine la identidad del cuerpo encontrado en el glaciar.
“Hay que ser prudente hasta que se obtenga el ADN”, expresó el fiscal Grassi, acompañado por el comisario Diego Morales, jefe del equipo de Fuerza de Operaciones Especiales (FOE.
Por su parte, Grassi estimó un plazo de aproximadamente una semana para conocer los resultados de la prueba de saliva que personal del Ministerio Público Fisal le realizó a Héctor Altamirano, de 91 años. Completado este paso, esta muestra será enviada a San Juan para que sea cotejada con lo que puedan extraer de los restos.
Según confirmó el propio Grassi, dos hermanos de “Paty” Altamirano, entre ellos Corina, arribarán este jueves a la provincia de San Juan entre para hacer un reconocimiento del cadáver y las pertenencias que se encontraron en el glaciar.
El comisario Morales, en tanto, brindó detalles de las complicaciones que tuvo la comisión conformada por personal del Ministerio Público Fiscal y la Jefatura de Policía para llegar hasta el lugar donde descansaban los restos. “No encontrábamos el cuerpo con el punto de referencia de navegación que nos dieron”, explicó el jefe del FOE, a la vez que se refirió a las turbulencias y complicaciones sobre el trabajo que debió realizar la nave a causa del terreno y la altura donde se llevó a cabo el operativo “Si el helicóptero no podía sobrevolar, deberíamos haber sobrevivido tres días allá”, subrayó.