Nos comunicamos telefónicamente desde los estudios de FM Ártika con el Capitán Alejandro Bertotto quien fue jefe en la Base San Martín y director provincial de Antártida de Tierra del Fuego.
El titular y piloto de Heli Usuahia, Osvaldo Mella, piloto y titular de Heli Ushuaia, expresó su visión sobre cuáles son las limitaciones en la conectividad aérea hacia la Antártida desde Argentina, detallando que, “No quieren que vayan turistas a Marambio porque es una villa miseria”
“Mella vive de una actividad aerocomercial, se maneja con criterios de la seguridad y la técnica aérea, como cualquier empresa seria, con los parámetros bien tomados, y espera que sus instituciones lo alienten a seguir adelante, lo sostengan, le abran puertas, lo cuiden, porque en la Antártida no se puede volar solo, así alegremente, siempre tenés que tener un paraguas que te esté vigilando, cuidando, sosteniendo, atendiéndote técnicamente, etc., o también términos comerciales, entonces él, supongo, yo no conozco los proyectos de Mella, tampoco conozco todas las máquinas que maneja, de las que yo conozco, salvo el BO-205, las demás no me parecen máquinas para volar en Antártida, pero no se cuál es el proyecto, por ahí él tiene otras máquinas más avanzadas o más seguras, de lo que uno ve por acá, el Robinson no parece ser un helicóptero muy apto para la zona”, enfatizó Alejandro Bertotto.
“Lo que te voy a hacer, es contarte por qué tiene razón, y eso es lo grave, y lo más importante, porque lo trasciende a Mella o a cualquier empresa”
“En el año 2000, aproximadamente, en realidad, un poquito antes, hubo ya una empresa aérea fueguina que se llamaba Kaiken líneas aéreas, del loco Báez, lo conocíamos así, un ex piloto naval, que puso su empresa local, que compró aviones muy aptos para la Antártida, muy seguros, muy robustos, para poder hacer también una operación en lo comercial Antártica, y le fue mal, le fue mal porque las instituciones argentinas no lo apoyaron, no es que la empresa era perfecta, que estaba todo previsto, no, seguramente el proyecto había que trabajarlo, había que pulirlo”, expresó Alejandro Bertotto.
“La gente de cancillería y la dirección nacional del antártico, no quieren tener problemas en la Antártida”
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