En el día del escritor nos comunicamos telefónicamente desde los estudios de FM Ártika con César Augusto Lerena, escritor y autor de 26 libros, consultor, Doctor en Ciencias, Presidente de la Fundación Agustina Lerena, Entidad sin fines de lucro sobre Ciencias Naturales y Sociales, Asesor en el Honorable Senado de la Nación Argentina del Senador Fernando Pino Solanas, Ex Secretario de Estado, Asesor de la Presidencia de la Nación Argentina, Ex Profesor Adjunto y Titular de las Universidades del Nordeste y Fasta en Mar del Plata. Conversamos con Cesar Lerena sobre cuestiones que se manifiestan dentro de la actividad pesquera en Argentina.
Nadie puede negar que la industria pesquera es un componente más que importante dentro de la matriz productiva Argentina, más aún cuando se trata de la Provincia de Buenos Aires y del fuerte crecimiento que el sector ha tenido en el Sur de nuestro país. Puntualmente, en Mar del Plata, suceden más del 50% de los desembarques totales de pescado, los cuales ascienden a las 800 mil toneladas al año si sumamos la totalidad de los Puertos.
“Mientras Latinoamérica y el Caribe tienen un consumo promedio de diez kilos per cápita, anual, y Europa supera los veinte, la Argentina tiene un consumo per cápita anual de 4,5 kilos por año, lo cual, obviamente, lleva a que el argentino medio no conozca este producto, no se interese, en un producto, que dicho sea de paso, un alimento que es excepcional, porque los aminoácidos de origen pesqueros, son solamente comparables con la leche materna, y, por otro lado, fijémonos que, solamente con lo que se descarta, porque la argentina está desembarcando unas ochocientas mil toneladas por año de productos pesqueros, y de esos ochocientos mil, informes técnicos importantes como son del propio instituto de investigación y desarrollo pesquero, la auditoría general de Nación y otros organismos”, expresó César Lerena.
La pesca constituye, para la humanidad, una fuente importantísima de proteínas, de generación de empleo y beneficios económicos (unos 100 millones de personas viven de esta actividad). Pero su explotación debería administrarse adecuadamente si se quiere que su contribución al bienestar económico y social sea sostenible.
“Ya hace muchos años que han determinado que hay descarte del orden del 30% de lo que se captura, y eso tiene que ver, bueno, con las especies objetivo para que, el que se va a pescar, que tienen un valor determinado, más alto, o tienen que ver también con la captura de especies que se consideran no comerciales, en realidad todos los descartes, cuando se habla de descarte, no es que se descarta el producto que son inaptos, son productos que se pueden industrializar y podrían servir bien, para atender nuestras necesidades alimentarias por ejemplo, además de generar empleo. Pensemos que con trescientas mil toneladas que se descarten por año, se pueden alimentar tres millones de niños o adolescentes por día, todos los días, todo el año”, comentó César Lerena.
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